El año 2022 está a punto de comenzar y se presenta con grandes riesgos y también con oportunidades para los inversores. Lo que parece evidente es que el próximo año la inflación seguirá siendo una tónica de mercado y esto puede impulsar a los bancos centrales a tomar posiciones para tratar de paliarla. Sin embargo, en renta variable es donde parece que tendrán que mirar los inversores para lograr rentabilidad. “Nuestro escenario central es un escenario que será bueno para la renta variable y malo para la renta fija”, comenta Manuel Gutiérrez-Mellado, Responsable del Negocio Institucional en España, Portugal y Andorra.
Oportunidades
“A la vista de la confluencia de riesgos, pensamos que es prudente configurar carteras más sólidas con un sesgo de calidad, un apalancamiento reducido y no demasiada exposición a China”, comentan Romain Boscher, CIO de renta variable de Fidelity. Aunque, según explica Gutiérrez-Mellado en cuanto a China, los cambios “regulatorios que se han hecho van en la búsqueda de lograr un crecimiento de mayor calidad en el largo plazo frente a la cantidad. Esto es mucho más sostenible”, agrega.
“Somos selectivos en acciones de perfil value y preferimos títulos cíclicos e industriales, aunque seguimos siendo cautelosos en banca. Todavía no hay certeza de que vaya a producirse un rebote duradero en los bancos por su exposición a un posible ciclo de impagos si los tipos suben y por el hecho de que los tipos reales continúan siendo negativos”, señala Boscher.
Por regiones, desde BlackRock se mantienen sobreponderados en renta variable estadounidense y europea. “Estamos sobreponderados en la renta variable estadounidense por el crecimiento de los beneficios. No vemos que la normalización gradual de la política de la política monetaria nos suponga vientos en contra significativos”, agregan.
Por su parte, Nicole Goldberger, responsable de carteras multiactivas growth en UBS Asset Management, menciona que “en este contexto, creemos que los activos de riesgo más expuestos a la fortaleza cíclica están bien posicionados para obtener mejores resultados en un mundo de sorpresas de crecimiento al alza que deberían impulsar las rentabilidades de los bonos. Los inversores también deberían considerar la exposición a las materias primas, tanto directamente como a través de la renta variable del sector energético, para ayudar a compensar los riesgos de que la inflación resulte perjudicial tanto para la renta variable como para la renta fija.»
En 2022 tampoco habrá que perder de vista la inversión con criterios ASG. Ya que, tal y como señala Virginie Maisonneuve, CFA, Directora de Inversión Global de Renta Variable de Allianz GI, “presenciaremos un creciente número de iniciativas de inversores, gestores de activos, gobiernos y comunidades, y todas ellas deberán ser tenidas en cuenta en las decisiones de inversión. Es aquí donde la integración de unos sólidos datos ASG puede marcar una gran diferencia. Sobre todo, será importante que los inversores en renta variable se mantengan altamente selectivos, dado que las valoraciones en muchas regiones resultan excesivas en comparación con sus niveles históricos. Los inversores deben permanecer centrados en el control de riesgos y en los procesos de inversión establecidos”.
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2021-12-21 18:30:25