Los avances tecnológicos han traído grandes transformaciones en el mundo de la gestión de activos. La aparición de la inteligencia artificial, de los roboadvisor, el uso de algoritmos y el blockchain crean un escenario de oportunidades sin precedentes. Pero, el futuro parece todavía más apasionante tal y como afirma Juan Alberto Sánchez, director del Programa Especializado en Blockchain e Innovación Digital.
La tecnología ha avanzado mucho en los últimos años dando mayores herramientas de análisis a los gestores para elaborar sus carteras, ¿cuáles han sido para usted esos principales desarrollos que han permitido esto?
Efectivamente, en los últimos años los gestores de carteras se han podido beneficiar de los avances de innovación tecnológica, permitiéndoles no sólo una mayor agilidad en sus procesos de análisis sino una mayor precisión en la evaluación del riesgo y un refuerzo en los servicios aportados a sus clientes.
Las principales herramientas que ha desarrollado el mercado son el uso del análisis del big data, la inteligencia artificial, el machine learning, la blockchain y los gestores automatizados o roboadvisors.
Se habla mucho de la inteligencia artificial, de los algoritmos y de los roboadvisor, entre otras cosas, ¿en qué fase de implementación están?, ¿queda mucho por hacer?
Tanto la aplicación como la oferta de productos es bastante amplia a día de hoy, no obstante, como en otras áreas de la innovación tecnológica las posibilidades de mejora son enormes.
Son numerosos los gestores automatizados o roboadvisors actualmente en el mercado, permitiendo que la configuración de la cartera de inversión del cliente se adapte a su nivel de riesgo seleccionado, utilizando para ello algoritmos. Se trata, por tanto, de un servicio de gestión de cartera automatizada.
La inteligencia artificial (IA) se abre paso en el mundo de la gestión de activos gracias a una pretensión que, en definitiva, sería la piedra filosofal de cualquier gestor de cartera: predecir el comportamiento futuro de la inversión.
A grandes rasgos, ¿en qué puede mejorar la tecnología la industria de la gestión de activos?
Desde el punto de vista de cliente, más allá de las ventajas que ofrecen para seleccionar una inversión “a medida” del inversor, estas tecnologías aportan una mayor usabilidad en la selección de la inversión y una reducción de las comisiones.
Para el gestor de activos es una herramienta tremendamente útil, ya que permiten una mayor agilidad en la búsqueda de oportunidades, análisis de las operaciones y en definitiva de la gestión de la cartera.
Dentro de esos avances futuros, ¿cuáles serán los más transformadores?
La combinación de big data e inteligencia artificial, muestra un camino apasionante, como medio para alcanzar la estrategia de inversión eficiente.
Obviamente, el método ideal es aunar estas tecnologías con la experiencia y conocimientos del propio gestor. De este modo se optimizaría la gestión del riesgo, gracias al manejo de datos, y poder alcanzar predicciones cada vez más fiables.
Se habla también mucho de blockchain y de su aplicación en la gestión de activos a la hora de comprar o vender activos al eliminar intermediarios y agilizar las operaciones, ¿será una tecnología que finalmente sirva para la gestión de activos?
Sin lugar a dudas. Por todos es conocido que la blockchain aporta seguridad, transparencia y ahorro de costes. En general, hay una clara aplicabilidad en el terreno de servicios financieros de inversión, concretamente en operaciones bursátiles, pudiendo evitar, por ejemplo, que procesos de certificación deban ser verificados por la entidad de contrapartida central correspondiente, siendo la propia blockchain quien garantice la transacción a través de su registro distribuido.
Desde el punto de vista del cliente, estamos asistiendo a una democratización de la inversión con un mayor acceso a los mercados, ¿esto es algo positivo o al mismo tiempo es arriesgado que se pueda operar sin conocimientos previos?
Es un elemento positivo. Por ejemplo, la posibilidad de que, a través de la inversión en empresas Fintech se pueda acceder a productos institucionales que quedarían, de lo contrario, fuera del acceso al inversor minorista, es una clara ventaja y un elemento enormemente democratizador de la inversión.
Todas estas herramientas de innovación digital son tremendamente útiles, concretamente el uso de gestores automatizados permite por ejemplo que un inversor sin experiencia, eligiendo por supuesto un proveedor de servicios financieros reputado, pueda llevar a cabo su estrategia de inversión automática y evite así tomar sus propias decisiones de constitución de cartera.
2022-07-04 06:20:07