El metal dorado ha iniciado el año con destacadas subidas y se acerca a los máximos milenarios en los 2.070 dólares por onza. Un ‘rally’ que ha llegado después de un decepcionante 2022, pero que si se mira con un prisma de más largo plazo se puede apreciar una subida del 50% desde comienzos del 2019. En este mismo periodo de tiempo, la inflación acumulada ha sido del 13%. Por tanto, el oro ha conseguido batir a la inflación en estos últimos cuatro años.
Los ETF de oro, como el GLD, de 60.000 millones de dólares, registraron en marzo sus primeras entradas en diez meses. Esta demanda había estado rezagada, debido a una menor demanda de cobertura contra la inflación y a la creciente competencia de unos tipos de interés más altos en EE.UU. y también del bitcoin.
Los motivos de la subida del oro
"El oro vuelve a repuntar con fuerza y roza sus máximos históricos. Después de superar los 2.040 dólares el pasado 13 de abril, está cerca de la cima que alcanzó el 6 de agosto de 2020, cuando llegó a 2.063 dólares, y a la que también se aproximó en marzo de 2022. A menudo, se aprecia a posteriori que el oro estaba anunciando una crisis o movimientos importantes en la política monetaria. En 2008, por ejemplo, el oro se había revalorizado claramente justo antes de la gran crisis financiera, cuando los bancos centrales subían sus tipos. En 2011, cuando se registraron sus anteriores récords por encima de los 1.800 dólares –es decir, mucho más que en dólares actuales–, había desempeñado un papel de cobertura eficaz contra la rebaja de la calificación crediticia de EE. UU. y la crisis del euro”, explica Alexis Bienvenu, gestor de fondos de la gestora francesa La Financière de l'Echiquier.
Ahora bien, en cuanto a las razones que están aupando la cotización del oro hay que mirar a las expectativas de los tipos de interés, el descenso de los tipos de interés reales, la debilidad del dólar y la demanda de activos refugio ante un momento económico un tanto incierto, especialmente después de lo ocurrido con los bancos americanos.
“El repunte se ha visto impulsado por una trifecta perfecta de 1) expectativas de tipos de interés más bajos en EE. UU., lo que ha impulsado los activos de larga duración y sin rendimiento como el oro (y el "oro digital" bitcoin). 2) Un dólar estadounidense más débil, que lo abarata para los mayores compradores de India y China. 3) Y cierta demanda de activos "refugio" y no correlacionados, con el "susto" bancario estadounidense de marzo y los riesgos de recesión aún elevados. Somos optimistas con respecto a los activos de larga duración, como el oro, pero la mayor oportunidad puede estar en una recuperación de la renta variable del oro y en el potencial de consolidación del sector”, comenta Ben Laidler, estratega de mercados globales de eToro.
¿Qué esperar del oro en el futuro?
Lo cierto es que tras esta revalorización la pregunta normal es qué va a pasar ahora con el metal. Para Claudio Wewel, estratega de divisas en J. Safra Sarasin Sustainable AM, la situación continuará siendo positiva y alcista para el metal. “Es poco probable que el metal pierda su atractivo como activo refugio mientras la economía mundial siga en una situación frágil. la demanda de los bancos centrales de los mercados emergentes seguirá siendo fuerte. Los datos del WGC sobre las reservas de oro de los bancos centrales, publicados la semana pasada, corroboran esta afirmación. Seguimos considerando que estas compras institucionales forman parte de un esfuerzo más amplio por sustituir las reservas en dólares por oro, con el fin de reducir la dependencia de la buena voluntad política de Estados Unidos”.
1970-01-01 00:00:00