El pasado jueves 27 de julio, el Banco Central Europeo (BCE) incrementó los tipos de interés 25 puntos básicos: del 4 al 4,25%. Esta subida, que entrará en efecto el 2 de agosto, es la novena consecutiva y ha igualado el máximo del índice referencial que se alcanzó durante buena parte de la primera década […]
El pasado jueves 27 de julio, el Banco Central Europeo (BCE) incrementó los tipos de interés 25 puntos básicos: del 4 al 4,25%. Esta subida, que entrará en efecto el 2 de agosto, es la novena consecutiva y ha igualado el máximo del índice referencial que se alcanzó durante buena parte de la primera década de este siglo (entre junio de 2000 hasta octubre 2008). Una vez más, la institución europea va a remolque de la Reserva Federal de Estados Unidos, que elevó los tipos hasta el 5,5% un día antes. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha declarado que tras la reunión programada para septiembre se decidirá si continúan las subidas o se realiza una pausa.
El tipo de interés de las operaciones principales de financiación es uno de los tipos regulados por el BCE. Además, la institución también ha subido la tasa de facilidad de depósito -mide lo que paga el BCE a los bancos por guardar su dinero- y la facilidad marginal de crédito -lo que cobra a las entidades por prestar dinero a un día-.
Cuando se produce una subida de tipos, se encarece el coste de los préstamos monetarios del BCE a los bancos y, a su vez, lo que les cobra a estos por retirarlo de la propia institución. De esta manera, se produce un incremento del euríbor, que es el índice que mide lo que se cobran las entidades en el mercado interbancario y al que suelen estar ligadas las hipotecas de tipo variable. Por lo tanto, los incrementos consecutivos producidos desde julio de 2022 han tenido un efecto paralelo en el euríbor y, como consecuencia, esta clase de hipotecas se han encarecido de manera progresiva desde entonces. Esto se debe a que los intereses a pagar se componen de una parte fija acordada entre el prestatario y la entidad en el momento de la firma, al que hay que sumar uno de tipo variable que depende de un índice de referencia y que, en la mayoría de los casos, es el euríbor
En teoría, la subida de tipos de interés debería provocar un aumento de la rentabilidad del dinero que tienen los ahorradores en depósitos. Sin embargo, la escalada de los tipos del BCE, en gran medida, no se ha trasladado a la remuneración de los depósitos. En este sentido, durante la presentación de sus resultados semestrales, el Banco Santander declaró que no identifica todavía presiones para aumentar de manera significativa los depósitos porque el sector en España no necesita salir al mercado en busca de liquidez.
En julio de 2022, el BCE aprobó la primera subida de tipos en 11 años. Desde entonces, el índice referencial ha pasado del 0% al actual 4,25%. La guerra de Ucrania y la espiral inflacionista que ha desatado en el Viejo Continente ha obligado a la institución monetaria europea a aplicar una política cada vez más restrictiva -nueve subidas consecutivas en 13 meses con el objetivo de controlar la subida de precios. Pese a que España se ha visto menos afectada que el resto de los Estados miembros en los últimos meses, la política monetaria se decide a nivel comunitario, por lo que habrá que esperar a una moderación de la inflación en el conjunto de la Unión Europea para un cambio desde el BCE.