El de este lunes es un desplome que no se registraba en la cotización de Boeing en las dos últimas décadas y, a falta de cómo termine el día, puede suponer una pérdida superior a los 20.000 millones de dólares en términos de capitalización. La compañía comienza la sesión en Wall STreet con una caída […]
BolsasEl de este lunes es un desplome que no se registraba en la cotización de Boeing en las dos últimas décadas y, a falta de cómo termine el día, puede suponer una pérdida superior a los 20.000 millones de dólares en términos de capitalización. La compañía comienza la sesión en Wall STreet con una caída de más del 12%.
Siempre se ha dicho que lo que menos le gusta al inversor es la desconfianza y este modelo del gigante aeronáutico estadounidense, el 737-8 Max, genera muchas dudas. No sólo por el accidente de este domingo, al estrellarse el aparato de Ethiopian Airlines poco después de despegar del aeropuerto de Adís Abeba con rumbo a Nairobi. Lo que realmente preocupa es que no es un incidente aislado, es el segundo con un aparato de este tipo en menos de medio año. En octubre de 2018, un 737-8 Max de la compañía Lion Air se estrellaba poco después del despegue en el mar de Java. Las investigaciones están en marcha y se pide prudencia en las conclusiones, pero el mercado ya ha sacado las suyas.
El 737 es clave para Boeing
Más allá de las sospechas de que pueda existir un problema con este modelo concreto de la compañía estadounidense, la clave del descalabro en bolsa de Boeing tiene que ver con lo que supone para la compañía la gama 737. Según explica a DIRIGENTESRafael Ojeda, director de análisis de FIC Trade, “es el buque insignia de la compañía. Casi un tercio del margen del beneficio operativo de la empresa viene de este modelo de avión”. Es decir, el mercado va mucho más allá en su lectura. Lo que realmente recoge el desplome de hoy de la acción es que, además del daño en reputación de Boeing, “vendrán cancelaciones de pedidos de este tipo de aparatos y la alternativa será Airbus”, destaca.
Y además, todo esto se produce en un momento en el que la acción de la compañía estaba prácticamente en máximos de mucho tiempo, al registrar una revalorización de más del 230% en los tres últimos años. “Es lógico que, dados estos niveles, los inversores opten por vender y hacer caja en el momento en el que surge una incertidumbre que puede hacer mermar su inversión”, asegura Ojeda.
En la práctica, varios países como la propia Etiopia, China o Indonesia han suspendido los vuelos con el modelo 737-8 Max de Boeing como medida de seguridad.