Por Román Cazorla, responsable del segmento MOEM en Eaton Iberia
Román Cazorla
| 12 jun 2024
La historia del sector industrial en España ha experimentado grandes cambios a lo largo de los años, desde sus raíces siglos atrás, hasta convertirse en uno de los actores principales en la economía global. Durante todo este tiempo, la industria ha pasado por diversas transformaciones, adoptando las más innovadoras tecnologías y adaptándose a los continuos cambios en el mercado mundial. Y precisamente en mitad de esta evolución constante, ya estamos viendo como nos acercamos hacia un nuevo capítulo: la llegada de la industria 6.0.
La 6.0 se caracteriza por la consolidación de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial, el internet de las cosas (IoT) o la robótica colaborativa, que ya estamos viendo con la actual 5.0, y, otras nuevas como la integración de la computación cuántica, la nanotecnología o la biotecnología. Esta nueva revolución industrial promete una mayor eficiencia, personalización y sostenibilidad en los procesos de producción, transformando radicalmente la forma en que se fabrican y entregan los productos.
En el contexto de la industria española, la transición hacia la industria 6.0 todavía se encuentra en una fase muy inicial. Sin embargo, empresas de diversos sectores como la salud, la energía, la agricultura o la fabricación, están adoptando rápidamente nuevas tecnologías como parte de su estrategia de modernización. Y precisamente estos avances en digitalización, automatización y conectividad están mejorando la productividad y la competitividad, preparando así el escenario para una adopción más amplia de los principios de la industria 6.0.
Si bien la industria 6.0 promete una serie de beneficios, también plantea desafíos significativos para la industria española.
A medida que nuestro país avanza hacia la Industria 6.0, se espera que surjan nuevas oportunidades y modelos de negocio innovadores. La personalización en masa, la producción ágil y la fabricación descentralizada podrían impulsar la competitividad de las empresas españolas en el mercado global. Además, la adopción de tecnologías sostenibles contribuye a la reducción del impacto ambiental de la industria. Esto se ha vuelto especialmente relevante en los últimos tiempos en los que las compañías deben cumplir unos objetivos de desarrollo sostenibles marcados por las autoridades, no solo nacionales, sino a nivel europeo.
Además, la ciberseguridad se posiciona como una preocupación importante en un entorno industrial cada vez más conectado. Proteger los datos y los sistemas de producción contra ciberataques ahora se ha convertido en una tarea clave para las compañías que buscan garantizar la continuidad y la integridad de sus operaciones. Por ello, la protección contra amenazas digitales no solo se vuelve una prioridad esencial, sino que también constituye un aspecto fundamental para mantener la confianza de los clientes, la competitividad en el mercado y el cumplimiento de las regulaciones.
Por último, pero no menos importante, uno de los principales desafíos que vamos a tener que enfrentarnos es la necesidad de una fuerza laboral altamente cualificada y adaptable a las nuevas necesidades, capaz de operar y mantener los sistemas con la incorporación de las últimas tecnologías. En este sentido, la formación profesional juega un papel crucial en la preparación de los trabajadores para la nueva revolución industrial.
En definitiva, la evolución de la industria en España ha sido un viaje de transformación constante desde sus inicios hasta la actualidad. Ahora, con la llegada de la industria 6.0, la innovación y la tecnología están dando forma a un futuro industrial más eficiente, competitivo y sostenible. Como líderes en gestión de la energía, desde Eaton somos plenamente conscientes y estamos preparados para lo que está por venir, con el fin de desarrollar y adaptar nuestra oferta y soluciones al mercado.
Román Cazorla es responsable del segmento MOEM en Eaton Iberia.