El factor geopolítico: La ‘tormenta perfecta’ que acecha a los mercados

La inesperada maniobra del Primer Ministro griego para adelantar las elecciones es un aviso a navegantes en toda regla. La decisión le ha costado ya más de un 20% a la Bolsa de Atenas y una fuerte corrección en otros selectivos como el Ibex 35. "La tercera votación para elegir nuevo presidente en Grecia tendrá lugar el 29 de diciembre, y hasta entonces, la incertidumbre política supondrá un gran lastre para las Bolsas, teniendo en cuenta lo que está en juego: el que Grecia presente un default descontrolado y abandone la Eurozona", advierte Pingarrón.

Álex Fusté, economista jefe de Andbank, explica que el problema está en las peticiones que hace Grecia a Bruselas. "Está pidiendo tres cosas: el fin de la austeridad, donde puede arañar algo de flexibilidad, incurrir en déficit con funding del BCE, que no lo conseguirá y una reestructuración que sí pueden conseguir", asegura.

"Independientemente del resultado, estos acontecimientos nos recuerdan que el factor político sigue ejerciendo su influencia sobre los mercados europeos y, de hecho, se podría argumentar que Europa se verá expuesta a un mayor riesgo político en 2015 que en 2010 y 2011", advierten desde JP Morgan.

Y otro de los grandes riesgos es la evolución de los precios del petróleo. Los expertos coinciden en que la caída del valor del crudo es sin duda un valor positivo para la recuperación económica en un entorno de lento crecimiento. Pero esta evolución a la baja está ejerciendo una fuerte presión sobre países exportadores, entre ellos Rusia, donde el rublo se mantiene en mínimos sin el más mínimo atisbo de recuperación. "Las economías de Europa Central y del Este seguirán castigadas por el conflicto de Rusia, que entrará en recesión y se enfrenta al riesgo de una salida de capitales extranjeros y a la caída de las exportaciones", explican desde Banca March.

Para estos expertos, los riesgos geopolíticos que amenazan a la economía en 2015 son los conflictos armados "para los que sigue sin vislumbrarse solución", como el enfrentamiento entre Rusia y Ucrania y el avance del Estado Islámico en Oriente Próximo. Además, recuerdan que en 2015 habrá que tener en cuenta la incertidumbre que plantea la acumulación de procesos electorales, que comienzan en Grecia, pero que luego seguirán en España (locales y regionales), Reino Unido, Turquía, Portugal y de nuevo las generales en España

Año electoral

Es precisamente en territorio nacional donde se abre otro gran foco de incertidumbre en el mercado. La fuerza de partidos en contra de la austeridad como Syriza en Grecia o Podemos en España hacen temer a los analistas una ruptura en el Congreso que empañe las reformas llevadas a cabo hasta ahora. De hecho, el partido de Pablo Iglesias y el proceso independentista en Cataluña han copado la preocupación de los inversores en las presentaciones de perspectivas de las grandes firmas de la City y Wall Street.

Laura Sarlo, analista de deuda soberana de Loomis, Sayles& Company, explica que aunque los datos macroeconómicos actuales sugieren que el crecimiento es, en general, ligeramente positivo en la zona euro, "aún no es suficiente para devolver el trabajo a la gente o para disipar los temores de la deflación". Y advierte que los ciclos de las elecciones se vuelven más peligrosos cuanto más insuficiente sea el crecimiento y peor sea la calidad de vida de las personas. "Si miramos hacia el 2015, parece que se subestiman los riesgos económicos. Un mayor deterioro en Rusia o la decepción del crecimiento global podría llevar a la zona euro hacia una nueva recesión. Se aproxima una carrera entre una recuperación económica frágil y las políticas potencialmente peligrosas en la región, lo que promete ser un duelo muy reñido", asegura.

En el apartado electoral, Japón será la primera prueba de fuego para el mercado este fin de semana, con la celebración de elecciones que pondrán sobre la mesa la capacidad de Abe para llevar a cabo sus planes de recuperación económica, que de momento no están dando grandes frutos. "El país se enfrenta a una inquietante incertidumbre por el regreso a la recesión técnica y un difícil ajuste fiscal", explican desde el Departamento de Análisis de Bankinter. "Los Abenomics siguen incompletos (falta la Tercera Flecha: reformas estructurales) y un entorno, todavía en deflación, ha provocado que Moody´s haya bajado un escalón el rating del país hasta A1", recuerdan.

La tormenta perfecta está servida, y solo los bancos centrales podrían ser capaces de evitar su impacto en el mercado como han hecho durante todo 2014. Pero cuidado. El tapering ha concluido y Reino Unido no tardará tampoco en subir tipos. ¿Serán capaces los inversores de sobrevivir a la volatilidad que se avecina?
 

hemeroteca

Add a comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *