Resiliencia es una de las palabras con las que se puede identificar la habilidad que ha tenido Egipto para superar las dificultades que ha supuesto la pandemia para el sector turístico. Las razones que explican este éxito se pueden resumir con ‘tres C’: competencia, compromiso y confianza. Tal y como explica el jefe del Departamento Central de Turismo Internacional de la Autoridad de Promoción Turística de Egipto, Magued Abou Sedera, hay muchos otros países que “no se han recuperado del todo”, por lo que si quieres viajar a un destino seguro “tienes pocas alternativas”.
Desde la reapertura del turismo en este país el pasado 1 de julio de 2020, las autoridades egipcias han llevado a cabo diversos protocolos para proteger tanto a sus visitantes como a la población local, de forma que la gente ha ido poco a poco sintiéndose más segura y “ha optado por viajar a este destino”. Primero impusieron condiciones estrictas para acceder, como la presentación de una prueba PCR negativa 48 horas antes de la llegada.
En el caso de los hoteles, se les permitió comenzar a trabajar con únicamente un 25% de su capacidad hasta llegar de manera progresiva al 100% actual. Además, también se les impuso la obligación de destinar una parte de sus instalaciones para que los visitantes que dieran positivo en un test covid pudieran hacer cuarentena, asumiendo el costo del alojamiento de todos ellos. Y, cuando apareció la vacuna, “optamos por inocular al 100% de los trabajadores y de las personas que tienen contacto con el turismo internacional como, por ejemplo, resorts o templos”.
Asimismo, Abou Sedera señala que otra de las claves que han permitido llevar a cabo una recuperación del turismo exitosa ha sido el seguimiento, a través de test, que han realizado a los trabajadores vinculados con esta industria. Una medida que ha permitido que, a lo largo de todo este tiempo, hayan tenido muy pocos casos: “La mayoría de ellos llegaron infectados y fueron puestos en cuarentena”.
Cuando Egipto abrió sus puertas a los turistas hace un año y medio empezaron a recibir cerca del 5% de los visitantes que solían llegar antes de la pandemia. Sin embargo, en tiempo récord este país ha sido capaz de alcanzar las mismas cifras que antes de la llegada de la emergencia sanitaria. El dirigente apunta que hay territorios europeos que todavía no han vuelto a viajar como lo hacían antes, aunque también es cierto que han comenzado a recibir un gran número de personas procedentes del este del Viejo Continente como rusos, serbios y ucranianos. De hecho, respecto a este último estado, en 2021 envió el doble de turistas de los que solía mandar antes de la COVID-19. Sus previsiones para este 2022 son positivas y esperan superar los registros conseguidos hasta el momento, con un aumento del 15% respecto a los datos de 2019.
El impacto de este sector en la economía egipcia representa el 11,3% de su PIB. No obstante, la presencia española todavía es limitada. Mientras que de otros mercados llevan a alrededor de 2.000.000 de visitas anuales, nuestro país envió en su mejor año, 2010, unas 200.000 personas. La situación que vivió en aquella época con motivo de la Revolución egipcia y la Primavera Árabe que se extendió por toda la zona hizo descender estos números hasta los 40.000, pero poco a poco, la estabilidad regresó y con ella los viajeros, con los que mantienen el objetivo de alcanzar el millón de turistas españoles al año.
“Confiamos en lograr el millón de turistas españoles al año”
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