Moody’s deja claro en su informe que las firmas de gestión activa deben reenfocar sus negocios hacia el crecimiento y estrategias de marketing, reduciendo costes y activos bajo gestión. Según indican los expertos, la decisión de algunas gestoras de lanzarse a la industria de gestión pasiva a través de compras de competidores o gestoras alternativas […]
Dirigentes Digital
| 27 jul 2016
Moody’s deja claro en su informe que las firmas de gestión activa deben reenfocar sus negocios hacia el crecimiento y estrategias de marketing, reduciendo costes y activos bajo gestión.
Según indican los expertos, la decisión de algunas gestoras de lanzarse a la industria de gestión pasiva a través de compras de competidores o gestoras alternativas no ayudará a conseguir el objetivo de generar mayores beneficios, ya que esa estrategia no soluciona las verdaderas causas de las menores rentabilidades conseguidas en los últimos años.
En los últimos años, miles de inversores han decidido apostar firmemente por la indexación, con productos de comisiones ‘low cost’ ante el fracaso de los gestores activos a la hora de batir a sus índices de referencia.
A juicio de Moody’s, el enorme número de productos disponibles es una de las causas de los "rendimientos mediocres" del sector. Según sus cálculos, existen más de 9.250 fondos de inversión y hedge funds 10.000 frente a las 3.691 acciones del Wilshire 5000 o las 505 acciones del S&P 500.
"El exceso de capacidad conduce a la mediocridad en la inversión, ya que el verdadero talento es limitado y esta dimensión va en contra del inversor en forma de un aumento de costes de transacción y dificultades a la hora de identificar oportunidades de inversión de escala", indica la agencia en su informe.
Algunos directivos del sector ya son plenamente conscientes de ello. Por ejemplo, Peter Kraus, director ejecutivo de Alliance Bernstein, estimaba hace unas semanas que los activos en los fondos de gestión activa deberían caer un 30% para restaurar la habilidad para batir a los índices de referencia. Por su parte, Laurence D. Fink (BlackRock) ha insistido en numerosas ocasiones en la necesidad de consolidación en la industria para hacer frente al entorno actual.
Bajo este escenario, Moody ‘s anticipa un mayor deterioro en las calificaciones de los grandes gestores de activos tradicionales "que no son capaces de ofrecer resultados superiores para justificar sus honorarios".
Firmas como Legg Mason o Gabelli ya han recibido rebajas o cambios en sus perspectivas de rating, algo que, a juicio de Moody’s, refleja la preocupación por el futuro de la gestión de activos tradicional.