Los negocios no pueden sobrevivir por sí mismos. Cualquier empresa necesita colaborar con las demás, ya sean proveedores, compañías de retail, empresas de transporte o de reparto, o gestorías, por poner algunos ejemplos. La disrupción tecnológica fuerza a que esos distintos actores avancen en la misma dirección y al mismo ritmo o, al menos, que […]
Gestión y LiderazgoDirigentes Digital
| 01 oct 2019
Los negocios no pueden sobrevivir por sí mismos. Cualquier empresa necesita colaborar con las demás, ya sean proveedores, compañías de retail, empresas de transporte o de reparto, o gestorías, por poner algunos ejemplos. La disrupción tecnológica fuerza a que esos distintos actores avancen en la misma dirección y al mismo ritmo o, al menos, que se parezcan.
Tanto en productos físicos como en servicios, la tecnología es un factor clave. Lo mismo ocurre en el caso del negocio que rodea al deporte. Así se pudo observar en uno de los debates que se produjeron en el World Football Summit que tuvo lugar en Madrid, y que lanzaba la siguiente pregunta al aire: “¿Puede una organización deportiva ser un negocio sin ser un negocio de medios y tecnología?”.
Es una muestra más de la preocupación que reina en todos los negocios, sea cual sea su naturaleza. En este caso, lo que se ofrece al consumidor es un contenido de ámbito deportivo, por ello el experto en marketing deportivo, Adolfo Bara, puso el foco en que es necesario “producir buen contenido”.
Resultó siendo una de las apreciaciones que centraron el debate. Ricardo Fort, encargado de patrocinios deportivos de Coca-Cola, explicó que “la tecnología se ha convertido en una distracción para muchos titulares de derechos”. En esa línea se expresó Marc Lemann, de la agencia de representación brasileña Go4it: “No se trata de ser compañias tecnológicas, sino de utilizar la tecnología para que los consumidores y usuarios tengan una buena experiencia”.
En ese sentido, se toma el espejo de competiciones como la NBA que, en opinión del dirigente de la FIFA Luís Vicente, “es un buen ejemplo de transformación digital”. Asimismo, también representan otro ejemplo los esports, las posibilidades que representan los videojuegos. Lemann comentó en ese punto que la relación que hay entre aficionados y deportistas es mucho más viva gracias a las variables que ha añadido la tecnología, como son los chats en directo: “La experiencia de los aficionados de ver esports es mucho más atractiva y creo que eso es algo de lo que el fútbol podría aprender”.
Es por ello que el fútbol no solo incluye su propio espectáculo como atractivo, sino que da cabida a otros productos y servicios complementarios. “El fútbol es más que las grandes competiciones”, dijo Luís Vicente. Por su parte, Lemann animó a las organizaciones a “estar abiertas a probar cosas nuevas y a buscar construir asociaciones”. Coincidiendo con ese punto de vista, Fort observó que “la gente consume bebida y comida cuando ve deporte y e-sports”, de modo que se convierten en productos que pueden coexistir y apoyarse los unos en otros.