Para Giovanna de Calderón, entrar a formar parte de la Feria Internacional del Turismo (Fitur) ha supuesto un “hito” por tratarse de la primera asociación de mujeres en lograrlo. El encuentro internacional celebra este año su 41º edición. No obstante, no fue hasta hace tres años cuando Mujeres para el diálogo y la educación (MDE) consiguió […]
Gestión y LiderazgoDirigentes Digital
| 20 may 2021
Para Giovanna de Calderón, entrar a formar parte de la Feria Internacional del Turismo (Fitur) ha supuesto un “hito” por tratarse de la primera asociación de mujeres en lograrlo. El encuentro internacional celebra este año su 41º edición. No obstante, no fue hasta hace tres años cuando Mujeres para el diálogo y la educación (MDE) consiguió hacerse un hueco con la intención de actuar como motor de sensibilización social. En una charla con DIRIGENTES, su directora reflexiona sobre los nuevos perfiles y el crecimiento femenino dentro de este ámbito.
¿Cómo ha afectado la COVID-19 a la situación de la mujer en el sector turístico?
Si con la pandemia se ha paralizado el emprendimiento, en el caso femenino este parón se ha acentuado mucho más. Además, a nivel general, una cantidad increíble de negocios se han visto dañados de manera paralela. No solamente está el hotel, alrededor está el servicio de habitaciones, la industria pesquera, la de la fruta o las tiendas de souvenirs.
La industria turística es una de las que mejor o más fácilmente empodera a las mujeres, tiene esa facilidad para que en un momento dado puedan rehacer su vida y reinventarse. Las crisis no son nada más que cambios y creo que es un momento muy oportuno para que adquieran la formación que les dará la posibilidad de salir adelante y crear un futuro.
Desde la asociación que dirige tienen el objetivo de crear el producto ‘Mujer y turismo’, con el fin de cubrir las necesidades de las viajeras. ¿En qué consiste?
España es el segundo país del mundo con mayor número de turistas single y, dentro de estos, el 65% son mujeres. Con lo cual, si en un momento dado estas van a viajar, necesitan una serie de cosas como un desmaquillante de ojos o una simple compresa. En cambio, no les interesa la maquinilla de afeitar que está en todos los hoteles. Después, está la parte relacionada con la seguridad. Quieren sentirse seguras dentro del hotel y también cuando salen.
¿Cuál es el perfil de esta turista?
No hay un único perfil, existe desde la estudiante que viaja con su mochila, hasta todas las señoras que están en plena sexalencencia, esa franja de edad de los 60 a los 75 años donde las mujeres ya han cumplido y, en vez de quedarse criando a los nietos o en casa, cogen y se van con las amigas de viaje. La asociación más grande de España es la de viudas, por lo que ahí hay otro target importante.
Otra de sus metas es sensibilizar a la industria para que permita a las mujeres acceder a los puestos de toma de decisiones. ¿Cómo llevan a la práctica esta idea?
Al principio hicimos una pequeña conferencia inaugural donde invitamos a una serie de personas entre las que había importantes directivas. Queremos que se unan y lo impulsemos entre todas, porque muchas veces venimos de una cultura de la que tenemos que desaprender para aprender a valorarnos, a negociar y a vendernos.
Este año se ha creado una asociación muy potente de empresarias en el turismo que quieren romper ese techo de cristal. Si hay un 54% de mujeres en la industria del turismo y tan solo un 3% llega a directivas, algo pasa. Hay que impulsarlo y crear cuotas. Estoy muy orgullosa de que esa pequeña idea de entrar en Fitur ya haya reunido a toda una serie de mujeres.
Esta semana se va a presentar el proyecto ‘Mujeres en el patrimonio mundial de España’ que persigue dar visibilidad y promocionar su presencia. ¿Cómo se va a organizar?
Es un proyecto casi incipiente que será una web con los 48 lugares Patrimonio de la Humanidad que hay en España. Somos el tercer país después de China e Italia con más títulos UNESCO del mundo, por lo que hay que promocionarlo y dar a conocer a las mujeres que estaban ahí. Hay personas en singular, pero también hay colectivos como las guardesas de Doñana, las guisanderas de Oviedo o las lavanderas de Cáceres. Este proyecto va a permitir conocer cómo vivían en la época, cómo hemos evolucionado y también descubrir muchísimas historias como, por ejemplo, la de Isabel de Braganza, fundadora del Museo del Prado.