Reflejar la diversidad y multiculturalidad a través de la gastronomía. Ese es el objetivo que impulsó al empresario Carlos Moreno Fontaneda a abrir el Canadiense, el primer restaurante en Madrid inspirado en los sabores del país norteamericano. Situado a escasos metros de la Glorieta de Bilbao, este local está decorado con madera y muebles de […]
Dirigentes Digital
| 08 oct 2018
Reflejar la diversidad y multiculturalidad a través de la gastronomía. Ese es el objetivo que impulsó al empresario Carlos Moreno Fontaneda a abrir el Canadiense, el primer restaurante en Madrid inspirado en los sabores del país norteamericano.
Situado a escasos metros de la Glorieta de Bilbao, este local está decorado con madera y muebles de época, vegetación y objetos característicos de la zona como ciervos, renos y hojas de arce que hace sentir al comensal el verdadero espíritu canadiense. De noche, como viene siendo habitual en los locales que regenta el grupo Fontaneda -propietario de El Perro y La Galleta o Bar Galleta, entre otros- su iluminación y ambiente lo convierten en un lugar idílico para cualquier tipo de plan. Además, cuenta con un semi-reservado para diez personas que simula un invernadero y permite adentrarse de lleno en el país de las montañas y los grandes lagos.
En su horario de cocina ‘non-stop- la carta ofrece platos tradicionales como el poutine, patatas fritas con salsa gravy y queso; el famoso pastel de carne -tourtiere-; setas montañosas o champiñones rellenos de carne picada y parmesano coronados con pan rallado. Tampoco podían faltar las hamburguesas de carne y las especiales de pollo y pescado con toques asiáticos, además de diferentes recetas preparadas con sirope de arce, el ingrediente estrella.
Con motivo del Día de Acción de Gracias, que en Canadá se celebra el primer lunes de octubre, el restaurante elaboró el pasado día 8 un menú especial compuesto por un plato combinado de recetas tradicionales con el pavo al horno relleno de pasas, bacon, cebolla, migas de pan y apio bañado en salsa gravy como protagonista. Todo ello acompañado de puré de patatas gratinado, puré de sweet potato con toque cítrico de zumo de lima, mazorca de maíz y alubias como guarnición. Y para terminar, entre los postres se podía elegir entre la deliciosa pecan pie, ruibarb pie, nonaimo bar y la butter tart.
En definitiva, la única apuesta de la capital española que en tan solo un año de andadura se ha convertido en un lugar de peregrinación tanto para la comunidad canadiense en Madrid como para los amantes de su gastronomía.