El vino está muy cotizado y más todavía si hablamos del que se ha subastado este mismo sábado en Nueva York. Es una botella de Romané-Conti, un vino producido en 1945 en la región francesa de Borgoña, por la que han pagado 482.490 euros. Muchos se preguntarán el motivo de esta puja tan alta. El […]
Dirigentes Digital
| 16 oct 2018
El vino está muy cotizado y más todavía si hablamos del que se ha subastado este mismo sábado en Nueva York. Es una botella de Romané-Conti, un vino producido en 1945 en la región francesa de Borgoña, por la que han pagado 482.490 euros. Muchos se preguntarán el motivo de esta puja tan alta. El año de producción, es parte fundamental de su interés. Justo después de esta añada, recién terminada la Segunda Guerra Mundia, las viñas de las que nació el Romanée-Conti fueron arrancadas para replantarse por unas más jóvenes. Actualmente, la plantación, ubicada en la región Cote de Nuits, tiene una extensión de menos de dos hectáreas y su producción anual es de entre 5.000 y 6.000 botellas por año.
Este sábado, además de esta botella, se ha subastado otra. Ambas pertenecen a las 600 producidas en 1945 por Romanée-Conti, uno de los productores más prestigiosos del mundo. Este vino está considerado el mejor de la región francesa de Borgoña, una de las más importantes del sector a nivel mundial. El precio que se ha pagado por la primera botella ha sido 17 veces superior al que esperaba la casa de subastas Sotheby’s, en Nueva York, que establecía en 28.000 euros (32.000 dólares) el precio de salida. La segunda botella en salir a subasta se vendió por 428.000, unos 54.000 menos que la que ha batido récord. Los lotes subastados pertenecían a la colección personal de Robert Drouhin, director de la bodega Maison Joseph Doruhin, también de Borgoña, entre 1957 y 2003. Con estos precios se ha posicionado como el vino más caro del mundo, superando por mucho al que ostentaba el record, un vino estándar de Chateau Lafite Rothschild de 1869, que se vendió en Hong Kong hace 8 años por 201.000 euros.