No todos los economistas en Alemania han estado a favor de la introducción del euro. Muchos temían una pérdida del valor de los ahorros por una moneda europea más débil. Cierto es que los alemanes ya no son los más ricos de la zona euro. Lo son los habitantes de Austria y Finlandia si se mide riqueza por el PIB per cápita. Francia también ha perdido en el mercado único. Los belgas ya son más ricos que sus vecinos, según este criterio. La crisis financiera de 2008 y la reacción política de la BCE ha sido para los críticos alemanes del euro la prueba definitiva de que la despedida de la Deutsche Mark hace 20 años ha resultado un mal negocio. Sin embargo, en el resto de Europa muchos economistas creen que Alemania es el país que, económicamente, más ventajas tiene con un euro más débil y un mercado monetario único. Argumentan que desde años Alemania tiene una de las tasas de paro más bajos en Europa. No obstante Mario Draghi y su gestión de la crisis tan elogiada en el sur de Europa, es un tema de constante debate y controversia entre economistas alemanes.
Jens Weidmann que era uno de los candidatos para suceder a Draghi en el BCE en 2019, acaba de dimitir como presidente de la Bundesbank, porque el enfrentamiento con Christine Lagarde y la Bundesbank este año puede ser importante si no se ralentiza la inflación que los alemanes temen tanto. Sin embargo, el poder de los alemanes para hacerse con el mando ya es muy limitado en la BCE. Los periódicos alemanes coinciden que sería difícil quitar la droga monetaria a países como Grecia, España, Francia e Italia que todavía están muy endeudados. Entre las voces críticas contra la política expansiva del BCE, estaba siempre el economista y asesor del Gobierno de Helmut Kohl Juergen Bernado Donges, fallecido el pasado año. El hispano-alemán, igualmente muy crítico con la política económica española, fue uno de los 136 economistas que, poco antes de las elecciones federales de septiembre de 2013, acusaron al BCE de delitos monetarios. En la UE, no hacer la deuda de algunos la deuda de todos, es un camino que los alemanes no quieren abandonar. Por ello, el programa de compra de bonos de los estados miembros tiene fecha de caducidad para ellos.
Joachim Nagel sigue la tradición alemana por una política monetaria austera
El sucesor de Weidmann en el Bundesbank, Joachim Nagel, defiende los mismos criterios que su antiguo jefe. Sin embargo, cuando Lagarde asumió la presidencia del BCE en 2019 decía que es más importante crear puestos de trabajo que proteger ahorros. Desde entonces, la inflación anual en la zona euro ha alcanzado su nivel más alto, un 4,9%, y está lejos del objetivo oficial del 2%. Aunque los alemanes han aprovechado la actual estrategia de dinero barato para construir, comprarse casas y crear empresas, el crecimiento económico que se ha financiado con ello, tiene ahora un sabor amargo para muchos. Burbujas en el sector de renovables y inmobiliario han provocado entre otros muchos factores una escasez de materias primas y una inflación galopante que pone en peligro el (tan apreciado) bienestar para los alemanes. Nagel, de 55 años, advirtió ya en 2014, que nadie debería acostumbrarse a las circunstancias extraordinarias de tipos de interés bajísimos y mucha liquidez, también pensando en España que es uno de los países que más ha aprovechado la política de Draghi. Su predecesor advirtió ya en su discurso como presidente del Bundesbank en 2022: «En la política monetaria se trata de salir de las medidas especiales relacionadas con la crisis. Hay que ejecutar una clara separación entre la política monetaria y fiscal.» La cuestión será cuando Christine Lagarde cambia el rumbo.
Los belgas ya son más ricos que los franceses
Top 5 PIB per cápita anual de la UE, en euros:
Dinamarca 53.600
Finlandia 42.680
Austria 62.680
Alemania 40.490
Belgica 39.580
Fuente: Datosmacros, 2021
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