Hoy en día vivimos en un mundo donde es posible elegir qué vas a comer con la ayuda de tus amigos en Instagram, y donde compartir información se ha vuelto un paso más en la inmediatez de nuestra jornada. Según el artículo Social network sites: Definition, history, and scholarship, elaborado por las investigadoras Danah Boyd […]
Dirigentes Digital
| 15 nov 2022
Hoy en día vivimos en un mundo donde es posible elegir qué vas a comer con la ayuda de tus amigos en Instagram, y donde compartir información se ha vuelto un paso más en la inmediatez de nuestra jornada. Según el artículo Social network sites: Definition, history, and scholarship, elaborado por las investigadoras Danah Boyd y Nicole Ellison, las redes sociales se definen como un servicio que permite a los individuos construir un perfil público o semipúblico dentro de un sistema delimitado y articular una lista de otros usuarios con los que comparten una conexión. Pero qué pasa cuando una persona quiere deconstruir esta red, cuando no sabe si aún quiere tener esta “conexión” con ciertos usuarios, ¿qué pasa cuando un trabajador quiere dejar de seguir a su jefe en sus cuentas personales de las redes sociales?
Partiendo de esta temática, la psicóloga Ana Mercedes Guirnaldos, consultora de RRHH, explica cuál debería ser el límite adecuado para relacionarse con los compañeros y superiores en el ámbito social y expresa que dependerá de cada persona y el entorno que lo rodea. Además, el parámetro adecuado será “cuando tu individualidad y privacidad se respete en la medida que tú lo consideres”.
Unido a esto, la profesional María Orts Bonet, responsable de RRHH en la empresa Mentevita y psicóloga sanitaria especializada en el ámbito laboral, comenta que existen numerosos estudios que sostienen que relacionarse socialmente con los compañeros o superiores en el trabajo enriquece la satisfacción laboral de las personas. Y añade, igualmente, que estas conexiones interpersonales son importantes y al desarrollarse ayudan a propiciar un ambiente favorable.
En este sentido, esto supone una ventaja para los individuos y la organización en la medida en que la construcción de relaciones laborales sanas, transforman el trabajo diario en una actividad “menos estresante, más cooperativa y, por ende, más productiva”. Inmersos en la era de la información, donde las relaciones laborales llegan hasta el botón de “seguir” de nuestros perfiles en Instagram, Twitter o Facebook, Guirnaldos aclara que, en un contexto donde resulta esencial crear relaciones sanas y de calidad en el trabajo, no hace falta seguir a los compañeros en redes sociales, sino que lo importante es “conectar con ellos diariamente a través de compartir ideas y crear un espacio de confianza y empatía”.
Asimismo, Orts agrega que el hecho de seguir a tu jefe en redes sociales no tiene por qué influir de forma negativa en las relaciones interpersonales sanas y afirma que hay que ser capaces de establecer un uso adecuado en estas, cuidar la imagen digital, mostrar asertividad, no ponerse en riesgo con opiniones o valores y tratar de evitar el oversharing o sobreexposición en las redes.
Renunciar o abandonar un trabajo no es una tarea sencilla. La consultora de RRHH habla de que puede llegar a generar sentimientos de incertidumbre, ansiedad, depresión, pérdida de autoestima, insomnio e incluso problemas en las relaciones interpersonales. También, la profesional de Mentevita añade que unido a lo anterior, abandonar o sobre todo enfrentarse a un despido puede generar un shock emocional que despierte en el futuro emociones como la tristeza, la ira o el miedo, así como impactar en otros aspectos psicológicos y sentimientos tan importantes como la vergüenza, el fracaso o la culpa.
Para un individuo activo en las redes sociales con esta situación sobre la mesa, la reacción inicial sería clicar en “dejar de seguir”, pero Guirnaldos recomienda primero conectar con las emociones y, una vez identificadas, “darle un rumbo dirigido al autoconocimiento y la aceptación”. Además, declara que es importante, una vez que ya se ha gestionado lo anterior, empezar a explorar las nuevas oportunidades y reinventarse, de forma que lo primero no tiene por qué ser necesariamente un unfollow.
Esta experta también declara que, de igual forma, si las relaciones creadas en el ámbito laboral generan un malestar en el trabajador, es mejor borrar a ese contacto de los perfiles, aunque si no es el caso, puede incluso resultar beneficioso mantener las relaciones con sus excompañeros de cara a este acontecimiento negativo.
Por su parte, Orts resalta que, si en el momento el despido los sentimientos son solo negativos, una clave importante para la superación puede ser la valoración. Es decir, valorar si es adecuado que continúe siguiendo a excompañeros y jefes con la siguiente pregunta: “¿Qué estoy buscando encontrar en las redes sociales de mis anteriores compañeros y jefes?".