El país latinoamericano se une a la carrera sin descanso en la que científicos de todo el mundo trabajan para dar con el antídoto contra el covid-19. Desde el pasado diciembre, un grupo de investigadores está trabajando en el diseño y ya se ha iniciado la fase de formulación de la vacuna: Chile espera tener listo en dos meses el primer prototipo del continente sudamericano. Y, aunque advierten que es difícil fijar plazos, anuncian que la vacuna podría estar lista para su administración y venta en un año y medio.
El proyecto integrado por jóvenes científicos chilenos está siendo liderado por el doctor Alexis Kalergis, que para hallar la vacuna contra el coronavirus volcará su experiencia acumulada en el desarrollo de vacunas contra el virus respiratorio sincicial (VRS) y el metapneumovirus humano (MPVh). A la investigación también se han sumado otros investigadores de instituciones del país chileno como la Universidad Católica, el Consorcio Tecnológico en Biomedicina Clínico Molecular (BMRC) y el Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII), del que el doctor Kalergis es su director.
Alexis Kalergis
“Una vez que hayamos obtenido el prototipo de vacuna, se deben llevar a cabo y superar varias etapas experimentales como por ejemplo iniciar los ensayos preclínicos, que corresponden a las pruebas a nivel de laboratorio que demuestren seguridad y efectividad en modelos experimentales”, explica Kalergis. Completada esta etapa, este prototipo debe fabricarse en condiciones de buenas prácticas de manufactura para cumplir con las regulaciones nacionales e internacionales: “Con esta nueva formulación, y si todo sale según lo esperado, la etapa siguiente correspondería a la realización de pruebas clínicas de seguridad en humanos”.
El doctor advierte de que a pesar de que es difícil hablar de plazos concretos, la vacuna podría estar lista para su administración y venta en un año y medio. Aun así, también indica que para lograrla deben de superarse con éxito todas las etapas anteriores para demostrar que es segura y efectiva. Por tanto, su consecución también dependerá de los resultados que se vayan obteniendo, la disponibilidad de los recursos y el cumplimiento de normativas necesarias para completar los estudios, lo que dificulta todavía más el establecimiento de unos tiempos, “por lo tanto, es difícil anticipar los plazos hasta el término del desarrollo de la vacuna y obtener así un medicamento de uso en la población”.
El coronavirus llegó más tarde a América Latina, aunque esto no ha impedido que la pandemia ya se haya expandido por toda la región. Haití y Belice fueron los últimos países en confirmar la presencia del virus al registrar los primeros casos positivos y, ahora, cada gobierno ha ido tomando distintas medidas para frenar los contagios. Los países del hemisferio sur se preparan para la llegada del invierno y algunos de ellos como Chile ven con preocupación un escenario en el que durante los meses más duros puedan coincidir el virus de influenza, el VRS y el covid-19. Si el país andino lograse la vacuna para su administración y venta, podría suponer un importante foco de inversión en Latam. La región afronta la llegada del coronavirus con un fuerte impacto para su economía sumergida en tensiones políticas.
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