Después de haber copado el liderazgo mundial como potencia turística, a España solo le queda la especialización. Es ahí donde entran en juego algunos nichos de mercado como el turismo deportivo. Según los datos recabados por el proveedor internacional de servicios de pago y tecnología, Planet, un total de diez millones de turistas visitaron este […]
NacionalDirigentes Digital
| 11 jul 2019
Después de haber copado el liderazgo mundial como potencia turística, a España solo le queda la especialización. Es ahí donde entran en juego algunos nichos de mercado como el turismo deportivo. Según los datos recabados por el proveedor internacional de servicios de pago y tecnología, Planet, un total de diez millones de turistas visitaron este país por motivos deportivos con un impacto superior a los 12.000 millones de euros que se traducen en un ticket promedio de 1.200 euros.
Unas cifras nada desdeñables a tener en cuenta por los agentes del sector como una manera de combatir la estacionalidad. Con los millenials como principal público objetivo, este colectivo no solo tiene cada vez más en cuenta la oferta de actividades deportivas a la hora de elegir destino, sino que además, las instalaciones dedicadas a ello han llegado a convertirse en una parada obligatoria en la ciudad. En Madrid el Estadio Santiago Bernabéu ya figura entre los edificios más fotografiados de la capital. “El Bernabéu y el Camp Nou son nuestro Coliseo y la torre Eiffel“, señala la responsable de Marketing Iberia de Planet, Magdalena Martos.
La reducción de las externalidades negativas, romper la estacionalidad y conseguir crear un empleo de mayor calidad son algunas de las ventajas que los expertos encuentran en el turismo deportivo. Si bien destacan el esfuerzo que ha realizado Madrid en lo que a plazas hoteleras se refiere, aún quedan algunos aspectos por pulir como la mejora de los vuelos directos o la reducción en el tiempo de tramitación de un visado.
En este contexto, los macroeventos deportivos se erigen como uno de los reclamos turísticos internacionales que arrojan una mayor rentabilidad. Por sus características, además de concentrar un elevado gasto en hostelería en un breve período de tiempo, este tipo de celebraciones refuerzan el destino como marca. Si la final de la copa Libertadores celebrada el pasado mes de diciembre tuvo un impacto estimado de 25 millones de euros en la ciudad, en el caso de la final de la Champions League de fútbol a principios de junio, esta cifra se llegó a cuadruplicar, hasta los 60 millones de euros.
Precisamente la capital española será uno de los principales focos de atención en este sentido a lo largo de 2019. Al citado evento futbolístico hay que sumar el Másters 1000 de Tenis celebrado en mayo o la Copa Davis tanto este año como el siguiente. Por su parte, al finalizar este año, Barcelona habrá albergado el Gran Premio de España de Fórmula 1 o el Trofeo Conde de Godó.
En cualquier caso, debe tenerse en cuenta que se trata de un segmento cuyo volumen de actividad se encuentra muy condicionado a la celebración de determinados eventos y no a una tendencia, por lo que su evolución dependerá principalmente del sitio en el que tengan lugar.