España cuenta con una tasa de desempleo muy por encima de la media de la Unión Europea, un desequilibrio que es aún más notable entre los jóvenes y uno de los principales factores que está estrechamente relacionado con esto es el nivel de formación. Aquellos con mayor nivel de estudios sufren menos tasa de paro […]
NacionalDirigentes Digital
| 08 oct 2019
España cuenta con una tasa de desempleo muy por encima de la media de la Unión Europea, un desequilibrio que es aún más notable entre los jóvenes y uno de los principales factores que está estrechamente relacionado con esto es el nivel de formación. Aquellos con mayor nivel de estudios sufren menos tasa de paro que los que tienen estudios medios o inferiores. Sin embargo, la revolución digital, la automatización y la globalización tienen un gran impacto sobre los tipos de empleos que se crean. En este sentido, la digitalización supone incorporar tecnologías y automatizar procesos, por lo que habrá una sustitución de puestos por máquinas.
La demanda de profesionales cualificados relacionados con carreras STEM (science, technology, engeenering, mathematics) está superando con creces al número de estudiantes matriculados en estas disciplinas. La sociedad y las empresas avanzan a un ritmo mucho más rápido que el sistema educativo vigente y se produce un desajuste. Según indica la OCDE, en España, este desajuste de capacidades afecta a más del 33% de los trabajadores. Por ello, el foco debería ser hacer hincapié sobre la educación para el empleo.
El estudio de IESE Business School indica que España es el segundo país a nivel mundial con mayor desajuste de capacidades para el puesto de trabajo. Un hecho motivado por el alto grado de formación de los españoles, la cual es superior a la que se requiere, una situación preocupante también porque el 72% de las empresas que han entrevistado tiene problemas para cubrir los puestos que ofrecen por falta de conocimiento, capacidades y actitudes necesarias.
La situación es la siguiente: como indican desde Singularity Experts, el 100% de la creación de empleo en 2020 será en disciplinas relacionadas con las ciencias, pero la realidad es que actualmente solo el 26% de los estudiantes españoles están matriculados en carreras STEM y para el próximo año casi dos millones de empleos se quedarán sin cubrir por falta de perfiles cualificados. La gravedad de la situación llega al punto de “amenazar la competitividad española”, recalca la socia fundadora de Singularity Experts, Elena Ibáñez, a DIRIGENTES.
La sociedad no nos prepara para los empleos del futuro
Ibáñez señala que el principal error que se comete antes de escoger unos estudios, es “ser carrear-centric en vez de job-centric” y considera que, en lugar de preguntarse qué deberíamos estudiar, es mejor reformular esta cuestión y plantearse en qué me gustaría trabajar. “La respuesta no es nunca una carrera o una FP, sino un itinerario académico compuesto de varios hitos formativos”, así ve la formación del futuro. No obstante, el problema es que la orientación actual continúa siendo la misma que hace 50 años.
En un mundo cada vez más robotizado y ante la gran demanda de profesionales STEM, ¿hay que dejar de lado la profesión que más pueda gustar por una técnica? Hay que encontrar el equilibrio entre estudios y empleo para ser feliz encontrando el trabajo que mejor se ajusta a cada persona y a sus necesidades y “dedicarse a la profesión que a uno le gusta es tan importante como estar preparado para ella, de lo contrario acusaremos desmotivación y esto nos generará a la larga frustración”, señala Elena Ibáñez al tiempo que aclara que aunque los empleos de futuro estén relacionados con la tecnología, no implica que sean técnicos. Por ejemplo, “un terapeuta de rehabilitación a través de la realidad aumentada, un ético de modificación genética de alimentos o un lingüista para procesamiento de lenguaje natural son trabajos con mucho futuro y en absoluto técnicos”.
La sociedad no nos prepara para los empleos del futuro
En este sentido, la tecnología cobra especial importancia y, en especial, la Inteligencia Artificial aporta su granito de arena, la cual permite descubrir habilidades desconocidas que ayuden a cambiar de idea sobre un futuro trabajo. Esto se ha materializado en la plataforma Singularity Experts. “La Inteligencia Artificial nos ha proporcionado una capacidad única para modelar el comportamiento de nuestros datos sobre perfiles humanos y empleos del futuro con base en reglas de negocio, y producir un modelo que nos permite razonar y realizar inferencias de conocimiento que están explícitos e implícitos en dichos datos”.
En el intento de cubrir los puesto más técnicos, las empresas apuestan cada vez más por estudiantes de FP que por los propios ingenieros. Empresas como Google o IBM ya lo están haciendo. Elena señala que las empresas prefieren personas “capaces” en vez de personas “preparadas”. El informe de IESE dice que el 68% de las empresas detecta una brecha de conocimientos en tecnología y digitalización entre los graduados universitarios y un 48% entre los graduados de formación profesional.
Pese a que las ofertas de empleo se van enfocando cada vez más en disciplinas tecnológicas, esta tendencia aún no ha conseguido impulsar un cambio en los estudios. Elena se muestra muy tajante al indicar que actualmente “las carreras y formación elegidas por los jóvenes no son aptas para entrar en el mercado laboral”. Esta situación ha provocado que el Fondo Monetario Internacional acuñe el término de “generación perdida”.
“La percepción es que el sistema educativo no avanza en la dirección correcta ni a la velocidad adecuada, lo cual no ayuda a afrontar el reto del desempleo”, según IESE.