Reducción de la jornada: ¿sinónimo de productividad?

El confort y el bienestar de los profesionales son dos variables que inciden directamente sobre la productividad y el éxito de una compañía. Los datos de la empresa de recursos humanos Levell así lo reflejan, y es que el 60% de los trabajadores pierde rendimiento como consecuencia del estrés y la fatiga laboral. Incluso se ha demostrado que este cansancio también está relacionado con la pérdida de empleados. 

En este sentido, muchas compañías han empezado a incluir prácticas como la relajación, el mindfulness o el trabajo flexible. Al respecto de este último, surge para atender a las necesidades de los empleados y así ofrecerles libertad para trabajar de la manera que más les convenga. De hecho, aquellas organizaciones que aplican políticas de trabajo flexible han visto aumentar la productividad de los empleados en más de un 20%, como indica la compañía especializada en la gestión de espacios de trabajo flexible, IWG.

La reducción de jornada es otra de las fórmulas que han sido planteadas en varias ocasiones y que ya han hecho a muchos países reestructurar su método de trabajo. Recientemente, las declaraciones de la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, volvieron a poner sobre la mesa la propuesta de un modelo basado en una semana de cuatro días y una jornada de seis horas. Posteriormente, el Gobierno finlandés aclaró que esta propuesta se trataba de una idea sin desarrollo que ella lanzó antes de asumir el cargo. 

“Regular sobre mínimos me parece adecuado, pero regular sobre máximos y obligar a las empresas a cumplir determinados horarios u obedecer a determinadas prácticas, como llevar el recuento de horario laboral de tus empleados, no”, asegura Juan Mas, director y socio de Ntity. Esta consultora de diseño y branding española no cuenta con oficina física y apuesta por la flexibilidad laboral como vía para impulsar la creatividad y el rendimiento. Cabe destacar que la Comisión Europea ha situado a España a la cola en productividad laboral. Se encuentra en el 0,4%, solo por encima de Italia y Luxemburgo y lejos de la media de la Unión Europea que está en el 1,1%. 

Pero, en general, ¿la disminución de jornada puede ser un sistema factible en España? “La confianza en los empleados y el compromiso es fundamental. Antes de eso hay que mejorar muchas otras cosas del funcionamiento de las relaciones laborales entre empresas y trabajadores como el absentismo, el fraude fiscal, entre otras cosas. Hay muchas cosas antes que reducir la jornada”, asevera Mas.

Además, Juan Mas considera que hablar de productividad laboral no es del todo correcto, percibe que es un término que está quedándose un poco “anticuado”. “Ya no se trata de cuántos tornillos coloca un operario al día, sino que se trata de una cuestión de qué es la productividad hoy en día“. Concluye que se trata de una cuestión de actitud y compromiso. 

En España se encuentra un caso de una empresa que se ha atrevido a dar este paso: Software DELSOL, ubicada en Jaén. Esta compañía con 181 trabajadores es pionera en poner en marcha este sistema de trabajo con el fin de mejorar la conciliación familiar de su plantilla. 

Según los expertos, trabajar menos días contribuye a mejorar el clima laboral, el bienestar mental de los trabajadores y, con ello, a que se sientan más enérgicos, lo que impacta directamente sobre su eficiencia. Pese a tener menos horas para desempeñar una labor, se logra ser más productivo. 

No obstante, para lograr estos objetivos, la disminución de jornada no es apta para todos los sectores económicos. El “pan para todos”, en este caso, no es la mejor solución. No es lo mismo trabajar en una oficina o de cara al público que supervisando una producción industrial de algún tipo. Y no es la única vía para impulsar el rendimiento, sino que es un compendio de medidas que contribuyen a flexibilizar el empleo. Lo destacable es que se está “despertando” el interés hacia medidas como esta que tratan de mejorar la vida de los profesionales, algo que se nota en la cuenta de resultados.