Cuando el turismo empezó a cambiar

El telón de la Feria Internacional del Turismo (Fitur) ya se ha cerrado con un broche ‘eco’. El evento de referencia para la industria turística festeja las cuatro décadas con mucho hincapié sobre la conciencia medioambiental. En 2018 fue la edición de la tecnología, el año siguiente estuvo marcado por su carácter internacional y, ahora, le ha tocado a la sostenibilidad ser la protagonista.

Al compás de los datos de visitantes extranjeros en España durante 2019, que el Gobierno estima en 83,7 millones de personas, las iniciativas para poder gestionar de una manera más eficiente, así como reducir el impacto que provoca este tráfico de personas, se han convertido en la máxima predominante en estos cinco días. La manida expresión “el futuro del turismo será sostenible o no será”, que se repite en todos los foros del sector, ha conseguido recalar de manera transversal y así ha quedado reflejado en Fitur 2020.

Las grandes corporaciones declaran la guerra al CO2 y al plástico

Con un récord de participación de 255.000 visitantes, más de 11.000 empresas y 918 expositores titulares, esta feria marca un punto de inflexión en el mercado turístico, tanto por las propuestas que han dado a conocer las compañías y organizaciones allí presentes, como por la cantidad de ponencias que se han organizado en torno a esta temática.

En este sentido, una de las iniciativas más destacadas ha sido la presentada por Iberia, que se ha comprometido a neutralizar la huella de carbono que emiten sus viajes a través del apoyo a proyectos de desarrollo sostenible. Para ello se ha aliado con Climate Trade. Asimismo, en un esfuerzo por minimizar el impacto de su presencia en la feria, la aerolínea ha diseñado un stand de 600 metros cuadrados, con una estructura fabricada con papel reciclado y que Ecoembes va a reutilizar.

Al hilo de ello, Fitur ha creado este año el ‘Premio al Stand sostenible’ y que en su primera edición ha recaído en Andalucía aex equo con Paradores. La compañía ha contado con un espacio elaborado de madera de abeto blanco procedente de un bosque de crecimiento sostenible con certificado del Consejo de Administración Forestal (FSC, por sus siglas en inglés). Con él se busca “reconocer y destacar el esfuerzo de la empresa ganadora por hacer que su presencia en Fitur sea respetuosa con el medio ambiente y el cambio climático, contribuya a favorecer aspectos sociales y culturales, así como de referencia a cuestiones de gobernanza y economía, que enlaza la creación de un stand con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas”.

Para ello, Fitur cuenta con una aplicación que le ha permitido conocer y medir el impacto medioambiental de cada stand, a través de la huella de carbono que espera que produjese a lo largo de los cinco días que ha durado el evento.

Por otro lado, en línea con las exigencias de la Comisión Europea y la ‘Iniciativa Mundial de Turismo y Plásticos’ de la ONU, el grupo Accor ha decidido decir adiós a todos los plásticos de un solo uso de aquí a 2022, y se suma así, al movimiento eco-friendly al que también se han unido otras como Iberostars o Sercotel.

Esta revolución, que comenzó hace un par de años, ha cogido carrerilla con el horizonte 2030 como meta, aunque por el momento, no parece que influya en la elección del destino. Ni tan siquiera se encuentra entre los tres primeros criterios a la hora de tomar una decisión del viaje, pese al incremento del interés por este asunto que ya se ha convertido en una preocupación global.