En la segunda jornada de la CEOE se ha iniciado un trayecto por aire, mar y tierra con destacados dirigentes de compañías de transporte. Unas ponencias que han puesto de manifiesto el papel de un sector que aporta casi el 4% del PIB y que cuenta con alrededor de 800.000 empleos. Se trata de un […]
NacionalDirigentes Digital
| 16 jun 2020
En la segunda jornada de la CEOE se ha iniciado un trayecto por aire, mar y tierra con destacados dirigentes de compañías de transporte. Unas ponencias que han puesto de manifiesto el papel de un sector que aporta casi el 4% del PIB y que cuenta con alrededor de 800.000 empleos. Se trata de un ámbito considerado como esencial al que la pandemia le ha afectado de dos formas diferentes. Por un lado, ha tenido la actividad para abastecer a la población y, por otro lado, los subsectores vinculados al transporte de personas (relacionado con el turismo) o mercancías no esenciales se han visto paralizados. La única certeza que se tiene es que el futuro es incierto y estará comprometido al levantamiento de las restricciones a la movilidad de los ciudadanos a escala mundial.
En este contexto se precisan medidas que apoyen al transporte, que tengan en cuenta los sobrecostes que la situación actual representa para el mismo, al tiempo que impulsen a su modernización. El presidente de Iberia, Luis Gallego, fue el encargado de iniciar el despegue de la sesión incidiendo en que “no cabe duda de que estamos ante la peor crisis para la historia de la aviación”. El cierre de fronteras provocó que el tráfico aéreo experimentase en este ejercicio una contracción del 60%, según las estimaciones de IATA, y la recuperación de los niveles del año precedente no se producirán hasta 2023.
“Sin aviones no hay turismo y sin turismo ni movilidad nuestro país peligra”, presidente de Iberia.
En su intervención Gallego ha recalcado que la prioridad de la compañía es la seguridad de clientes, proveedores y trabajadores. También ha hablado de oportunidades y de acometer reformas estructurales. “Es el momento de impulsar el cielo único europeo, de reducir las tasas para fomentar la llegada de turistas a España, de contribuir a una aviación más sostenible, no es el momento de elevar la fiscalidad, de revertir medidas eficaces y penalizar al sector”. Concretamente, se refiere a que la aviación europea necesita un “Plan Renove” y “el Gobierno español tiene una oportunidad de oro para liderarlo”. En la misma línea que subrayaron los dirigentes en la ponencia del lunes, el presidente de Iberia también reiteró la necesidad de “volar en la misma cabina” tanto sector público como privado.
Por su parte, el presidente de Alsa, Jorge Cosmen, ha puesto sobre la mesa la necesidad de restablecer la confianza de que viajar en autobús es seguro, es decir, regenerar el vínculo con el consumidor. Es el reto al que se enfrentan y en este sentido, recalcó que hay que ir un paso más allá y apostar por una movilidad “segura, sostenible, conectada y multimodal”.
Dentro del recorrido por carretera y continuando con la sostenibilidad, el presidente de CAF, Andrés Arizkorreta, ha reiterado la necesidad de invertir para hacer un plan de infraestructuras para impulsar la movilidad limpia. El ferrocarril es un medio interesante en este cometido y los autobuses de propulsión verde suponen una alternativa para el tránsito en las ciudades. “Las recientes propuestas de la Comisión sobre el marco financiero plurianual (MFP) y el plan Next Generation son instrumentos de recuperación poderosos que pueden ayudar a restaurar la fortaleza industrial de Europa y completar los objetivos del green deal. Pero deben acometerse plenamente para impulsarse los proyectos ferroviarios, entre otros, y apoyar la descarbonización del transporte europeo y la competitividad de la industria del continente de suministro ferroviario”, explicó Arizkorreta.
En su turno, el presidente de la patronal del transporte por carretera Astic, Marcos Basante, reflexionó sobre algunas medidas que precisa el sector para dejar atrás la crisis, entre las que se incluyen una fiscalidad especial “vía impuestos para la reconversión del sector en medidas medioambientales y para asumir esta pandemia unos créditos blandos para el largo plazo”. Y, por encima de todo, “crear una ley del contrato de transportes que desarrolle las relaciones con los clientes”. En lo que respecta a la transición ecológica, que se pueda afrontar con el calendario en las manos y “ver cuáles son las posibilidades reales de crear una red de abastecimiento de combustibles alternativos a los fósiles y que puedan ser desarrolladas e implementadas”. No obstante, es un escenario que no ven a corto plazo.
España, como punto de conexión desde todos los ejes cardinales, precisa aprovechar esta posición geográfica para desarrollar su sistema logístico. “Las empresas de transporte y logística somos el fluido sanguíneo de la sociedad”, ha expuesto el presidente de Sending Transportes, Juan Pablo Lázaro, en su intervención. Pero para aprovechar su ubicación estratégica se tienen que tomar varias medidas: laborales, invertir en infraestructuras, reducción de trámites y menos burocracia, trabajar en el desarrollo sostenible y tomar medidas fiscales. Sobre este último punto el presidente de Conetrans, Carmelo González, se ha mostrado muy rotundo: “No queremos más impuestos por uso de carretera”.
Si se habla de España como punto geoestratégico, es imposible no mencionar el mar. El presidente de Anave y del clúster marítimo español, Alejandro Aznar, ha puesto en valor la economía azul. “El transporte marítimo es esencial para mantener la continuidad de las cadenas logísticas internacionales de todo tipo de materias primas y productos elaborados. Si se paran los barcos se para el comercio y la economía mundial”. La economía azul en su conjunto y el transporte marítimo en particular, constituyen un activo estratégico para España. El dirigente concluyó que es un sector imprescindible para la recuperación económica e industrial.