El sector agroalimentario ha sido uno de los considerados como esenciales a lo largo de la pandemia. Toda la cadena de valor no ha paralizado su actividad para abastecer a la población en un momento de gran tensión e incertidumbre. Es por ello que en esta tercera jornada de la cumbre ‘Empresas españolas liderando el […]
NacionalDirigentes Digital
| 17 jun 2020
El sector agroalimentario ha sido uno de los considerados como esenciales a lo largo de la pandemia. Toda la cadena de valor no ha paralizado su actividad para abastecer a la población en un momento de gran tensión e incertidumbre. Es por ello que en esta tercera jornada de la cumbre ‘Empresas españolas liderando el futuro’, organizada por la CEOE, se ha dedicado un espacio a este ámbito. De hecho, cada uno de los dirigentes que han participado en este encuentro ha querido subrayar el papel de la industria de alimentación y bebidas, que produce más de 120.000 millones de euros y es una importante generadora de empleo y riqueza en el país.
El presidente del Grupo Pascual y de FIAB, Tomás Pascual, ha apelado a que ahora es momento de generar confianza, “es la moneda de cambio” y se precisan medidas de apoyo a la demanda, además de promover campañas de fomento del consumo. Todo ello sin olvidar que gastronomía, turismo y alimentación están estrechamente relacionados y puede servir como tractor para impulsar al resto. Una idea que también ha relacionado en su intervención con la necesidad de la colaboración público-privada para trabajar “con tranquilidad” y garantizando la seguridad, la claridad y la agilidad. Una misma idea de cooperación entre ambas parcelas que ha compartido el presidente de Grupo Osborne y del Foro Marcas Nombradas, Ignacio Osborne, ya que asimismo puede ayudar a impulsar la imagen de España en el exterior.
Pero no solo el consumo nacional, sino que Pascual ha insistido en que son necesarias medidas de competitividad con países terceros, “que se apliquen las mismas regulaciones a las industrias que producen fuera que las que nos exigen a nosotros por estar en este país”, propuestas de apoyo a las exportaciones y una buena gestión de los acuerdos de comercio.
Una idea muy destacada a lo largo de la ponencia es que hace falta más vocación empresarial y fomento al emprendimiento. El propio presidente del Grupo Fuertes, Tomás Fuertes, ha destacado la figura de los empresarios como motor para salir de la crisis, “para tirar del carro” y así lo ha expresado: “Si no hay empresa, no hay empleo; si no hay empleo, no hay riqueza; si no hay riqueza, no hay progreso; y si no hay progreso, no hay esperanza”. Un mismo argumento que ha destacado el presidente de Matarromera, Carlos Moro: “El crecimiento solo puede venir con la creación de más empresas, con el fomento al emprendimiento y colocando al empresario en el centro del desarrollo económico y social”.
En relación a lo anterior, ha quedado reflejado que es clave brindar a las compañías flexibilidad para generar más actividad en estos momentos. Por ejemplo, en términos de fiscalidad. Algo que así ha manifestado el presidente del Grupo Ebro, Antonio Hernández, que ha insistido que requieren un sistema fiscal justo que contribuya al desarrollo y a la creación de tejido industrial. “El Gobierno debería ser sensible a crear una política fiscal inteligente, no exclusivamente distributiva”. Una idea a la que muchos líderes empresariales se han sumado, como Tomás Pascual en su intervención, quien, además, ha expresado su preocupación ante la posibilidad de que la falta de liquidez de las organizaciones se convierta en ausencia de solvencia y ha reiterado la necesidad contar no solo con líneas para la liquidez sino también para acompañar a las empresas en el reinicio de la actividad económica.
Otro eje central de la ponencia ha sido la necesidad de invertir en I+D+i, en acelerar la digitalización y sostenibilidad del sector y, al mismo tiempo, atraer el talento. Sobre estos puntos ha incidido especialmente Carlos Moro, quien ha expresado que ahora lo que se debe hacer es aprovechar las acciones de ayuda y los fondos a nivel europeo y nacional para fomentar la exportación, mejorar la competitividad gracias a la dotación de infraestructuras, impulsar la digitalización y la modernización y, en tercer lugar, aumentar la apuesta por la sostenibilidad y la economía esférica. En suma, sacar provecho a las posibilidades de la nueva economía digital.
Pero en el camino hacia la transformación digital de las organizaciones, el presidente de Campofrío, Paulo Soares, ha insistido en que no se pierda el foco en las personas “Tenemos que acompañar la digitalización con un proceso de transformación de la cultura de nuestras organizaciones”. Es decir, alinear tecnología y cultura empresarial para ser competitivos.
En esta jornada también ha asistido el presidente de la empresa de envolturas cárnicas Viscofan, José Domingo de Ampuero, quien ha relatado cómo está viviendo su compañía la pandemia y ha advertido que la COVID-19 ha paralizado sus inversiones ante la imposibilidad de movilizar sus equipos al extranjero.
También ha intervenido el presidente de la organización empresarial que agrupa los intereses de los agricultores Asaja, Pedro Barato, que ha reivindicado el papel de este sector y la necesidad de un mercado donde se repartan los beneficios en un tercio para los productores, un tercio para el que transforma los productos y el tercio restante para el que los vende. “Creemos que con la ley de la cadena alimentaria se puede conseguir e ir enfocando al empresario agrario a que no tengamos esas turbulencias en los precios y que haya transparencia y trazabilidad”, añadió Barato.
En la jornada de hoy, el mar también ha tenido presencia. Un protagonismo que ya trajo a escena en la sesión anterior el presidente de Anave y del clúster marítimo español, Alejandro Aznar, enunciando la importancia de la economía azul. Por su parte, el secretario general de Cepesca, Javier Garat, ha aprovechado para expresar varias propuestas entre las que se encuentran la reducción del IVA hasta el 4%, la realización de campañas para animar el consumo de pescado y marisco, además de hacer un llamamiento a la gran distribución para que dé prioridad a los pescados nacionales. Finalizaba su intervención refiriéndose al título de la cumbre, que “las empresas españolas lideremos el futuro, mirando al mar y recuperando el carácter marinero de España”.