El segmento MICE comienza a avistar la luz al final del túnel y fecha la reactivación de la actividad para mediados de 2021, aunque de forma moderada, con eventos mixtos de parte física y otra en remoto. Esta es una de las principales conclusiones que se desprenden de la jornada Abriendo puertas, inspiración para el […]
NacionalDirigentes Digital
| 27 nov 2020
El segmento MICE comienza a avistar la luz al final del túnel y fecha la reactivación de la actividad para mediados de 2021, aunque de forma moderada, con eventos mixtos de parte física y otra en remoto. Esta es una de las principales conclusiones que se desprenden de la jornada Abriendo puertas, inspiración para el MICE Moving. En el marco del Tourism Innovation Global Summit, celebrado entre el 25 y el 27 de noviembre en Sevilla, agentes del sector debatieron sobre el futuro y los retos que enfrenta este nicho de mercado que generaba casi 22.000 millones en España antes de la pandemia.
“Estaremos en fase de alarma hasta primavera”, remarcó durante la ponencia la directora de Buró de Convenciones de Cataluña, Sònia Serracarbassa, quien si bien está convencida de que las restricciones impuestas van a dar lugar a diferentes tipos de reuniones, a su juicio, ya se observan indicadores de recuperación como la celebración del Mobile World Congress, previsto para el próximo mes de junio. En cambio, hay otras voces más polarizadas que no perciben la vieja normalidad hasta 2024.
Ante la cuestión de por qué hay que seguir viajando por motivos de trabajo si todo se puede hacer online, el CEO y fundador de Alianza Mundial de Impacto, Carlos Sentis, destacó “la abismal diferencia” entre las posibilidades que ofrece un encuentro físico frente al digital, básicamente por las oportunidades económicas que se pueden generar en el primero. En cualquier caso, son conscientes de que las reuniones de gran tamaño van a tardar en llegar. Entre tanto, tendrán que convivir el mundo físico y virtual, tal y como ha señalado la presidenta de Capítulo Ibérico MPI, Teresa Brócoli.
Otro de los puntos de debate se ha centrado en cómo incentivar los viajes pos-COVID-19, ante lo que Sentis ha puesto el foco en la innovación y la necesidad de observar las tendencias que imperarán en el largo plazo. “Vamos a experimentar en los próximos diez años más cambios que en los últimos 100”, ha apostillado.
Antes del estallido de la crisis sanitaria, España ocupaba una posición de referencia a nivel europeo como uno de los principales destinos de negocios, con Madrid y Barcelona a la cabeza en la organización de eventos mundiales. Según datos de la Asociación Ibérica de Viajes de Negocios (IBTA), la previsión de facturación total de este segmento para 2020 alcanzaba los 23.500 millones de euros, con un crecimiento anual del 5%. De esta cantidad, el grueso (65%) procedería de desplazamientos de empresas para hacer visitas a clientes o firmar contratos, mientras que el porcentaje restante provendría de congresos, reuniones o incentivos. Cifras que han quedado en papel mojado y se prevé que así siga en el corto plazo.