El creciente apetito digital de los consumidores ha provocado el impulso de las transacciones digitales. Del 14,5% de los pagos instantáneos y con dinero electrónico efectuados en 2020, se prevé que para 2025 este número ascienda hasta el 25% a nivel mundial. Esta es una de las principales conclusiones del informe World Payments Report 2021, […]
NacionalDirigentes Digital
| 18 oct 2021
El creciente apetito digital de los consumidores ha provocado el impulso de las transacciones digitales. Del 14,5% de los pagos instantáneos y con dinero electrónico efectuados en 2020, se prevé que para 2025 este número ascienda hasta el 25% a nivel mundial. Esta es una de las principales conclusiones del informe World Payments Report 2021, en el que se explica que esta transformación acelerada ha sido provocada como consecuencia de la pandemia y, también, que en este nuevo escenario cada vez cobra más importancia la experiencia del usuario.
Después de ocho años de crecimiento, el avance de las transacciones sin efectivo se desaceleró al 7,8% en 2020 con respecto al 16,5% de 2019. No obstante, tal y como señala una nota facilitada por Capgemini, teniendo en cuenta la previsión de que el gasto se recupere a lo largo de este año, es presumible que aumenten también las transacciones sin efectivo, tales como los pagos instantáneos o el dinero electrónico, así como los métodos de pago de nueva generación como Compra Ahora Paga Después (BNPL), invisible, biométrico y criptomoneda.
En la actualidad, el 45% de los consumidores utilizan de manera habitual los monederos digitales, frente al 23% del año anterior. Esta cifra da como resultado una media de más de 20 transacciones al año. Además, desde la compañía también estiman que esta tendencia se extenderá a las transacciones mundiales B2B sin dinero en efectivo, que aumentarán hasta rozar los 200.000 millones de transacciones en 2025, lo que representa un gran avance en relación con los 121.500 millones registrados en 2020.
Analizando los datos expuestos por la compañía, el estudio alerta sobre la necesaria adaptación de los bancos a este nuevo ecosistema con el fin de satisfacer las necesidades de los consumidores en cuanto a velocidad y facilidad de uso. En este sentido, la infraestructura de pagos existente se ha puesto a prueba con los siguientes resultados: el 55% de los dirigentes encuestados afirma que sus prioridades de inversión tecnológica están centradas en la modernización de la infraestructura, de la que sobresale la implementación de sistemas de pago en tiempo real, integración de API, migración a ISO 20022 y transformación en la nube.
Asimismo, el documento también comenta las áreas en las que existen “diferencias entre las expectativas de los clientes y las prioridades de los ejecutivos de pagos”. Entre ellas destacan la experiencia de transacciones sin complicaciones, las opciones de pago alternativas y los productos de pago sostenibles.
Al observar las cifras a nivel mundial, la región de Asia-Pacífico se coloca a la cabeza de la revolución de los pagos digitales. El documento destaca que, en 2025, este territorio representará más de la mitad de las transacciones mundiales sin efectivo, con una tasa de crecimiento anual del 28% entre 2020 y 2025.
En Europa también seguirá aumentando el pago a través del smartphone y el comercio electrónico, impulsando a este continente hasta alcanzar los 400.000 millones de transacciones en 2025, mientras que en América del Norte está previsto que se establezcan “los volúmenes de pagos sin efectivo debido al estancamiento del crecimiento de las transacciones con tarjeta y a la lenta adopción de los pagos móviles”, indican.