En los últimos días se han podido oír muchas amenazas por todos los canales de comunicación hacia los oligarcas rusos, se habló en Berlín, París y Madrid de muchas sanciones contra los amigos de Putin. El anuncio de embargos de activos es más un acto de marketing “porque legalmente no hay cauce”, dice Felipe García, de Circulo […]
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| 06 abr 2022
En los últimos días se han podido oír muchas amenazas por todos los canales de comunicación hacia los oligarcas rusos, se habló en Berlín, París y Madrid de muchas sanciones contra los amigos de Putin. El anuncio de embargos de activos es más un acto de marketing “porque legalmente no hay cauce”, dice Felipe García, de Circulo Legal Madrid. En España ni la Marina ni el Gobierno tienen competencia para este tipo de embargo. Pero se pueden bloquear cuentas por irregularidades. Además, los oligarcas que están en España, en Marbella e Ibiza, son los que están aquí por temas de vacaciones en muchas ocasiones, disfrutan del sol y la buena gastronomía, no tanto para esconder o invertir su dinero como es el caso de Inglaterra y Suiza. Según estimaciones oficiales hasta el 80% de los productos básicos rusos se comercializan a través de Suiza.
Por razones de inversiones muchos rusos se han asentado en el Támesis o en Suiza, don- de se dice que han escondido activos de posiblemente cientos de miles de millones de francos. Los números exactos son difíciles de obtener, pero los datos del Banco de Pagos Internacionales (BIS) con sede en Basilea muestran que las personas y empresas rusas tienen alrededor de 11 mil millones de suizos francos estacionados en cuentas bancarias suizas.
Además, alrededor de 5 mil millones de euros están ubicados en Reino Unido. Pero esto no incluye otros activos como participaciones o casas. Contando todos los activos, algunos expertos del mundo de los bancos privados suizos hablan de que puede haber hasta un valor de 300 dólares de providencia rusa solamente en la República Helvética, lo que supone casi el 40% de la economía suiza. Un dato que demuestra la dependencia financiera de Rusia.
Según la opinión de algunos expertos políticos, Suiza e Inglaterra han tardado demasiado en reaccionar a estas relaciones financie- ras tan explosivas y peligrosas en esta guerra actual. En Londres han advertido de sanciones duras contra los oligarcas rusos, pero so- lamente han publicado hasta ahora un listado de nueve personas afectadas. Muchas han tenido entre medias suficiente tiempo para cambiar el destino de su dinero, comenta el periódico semanal “Die Zeit”. Más grave pesa que el partido de Johnson ha sido financiado por oligarcas rusos como critica la oposición en el Parlamento británico. Los laboristas exigen que los conservadores devuelvan este dinero. Un asunto más que delicado para Johnson, que antes de la guerra estuvo bajo mucha presión para dejar su puesto de primer ministro, lo que ha dañado su imagen.
Al igual que Suiza, Londres no tiene mucho interés en romper sus relaciones dudosas con los oligarcas porque ya piensan en el tiempo de después y además los dos países no forman parte de la UE. Lo han demostrado ya en el pasado. Cuando Europa y EE. UU. impusieron una tercera ronda de sanciones a Rusia después de ocupar Crimea en 2014, los depósitos rusos en Suiza aumentaron más del 13%, según muestran las cifras del BIS. Obviamente, el dinero ruso no es el único cuyo origen puede ser dudable en Suiza.
Ahí como en Luxemburgo, Andorra, Liechtenstein, San Marino, Jersey, Gibraltar o Mónaco hay multimillonarios asiáticos, italianos, árabes, libaneses, israelíes, africanos y persas que por la actual guerra no están en el punto de mira, pero lo podrían estar pronto. El consumidor y votante europeo ya es menos tolerante con estas cosas y también denuncia gracias a los “whistleblowers” estas malas prácticas de muchos bancos. Por ello, las empresas, bancos y políticos tienen que tener cuidado.