Javier Rodríguez es el presidente de ACOGEN (Asociación Española de Cogeneración) explica en esta entrevista en qué consisten las técnicas de cogeneración de energía y cuáles son los obstáculos para su implantación y crecimiento en España: “La principal barrera es la regulación. La falta de prioridad y acierto en las políticas energéticas”, resume. Rodríguez asegura […]
Dirigentes Digital
| 08 jun 2022
Javier Rodríguez es el presidente de ACOGEN (Asociación Española de Cogeneración) explica en esta entrevista en qué consisten las técnicas de cogeneración de energía y cuáles son los obstáculos para su implantación y crecimiento en España: “La principal barrera es la regulación. La falta de prioridad y acierto en las políticas energéticas”, resume. Rodríguez asegura que la potenciación de esta forma de producción contribuiría a incrementar la independencia energética española, reduciría los costes, crearía empleo y constituiría una “tecnología clave para la descarbonización”.
La cogeneración es la tecnología más eficiente y competitiva con la que industrias calorintensivas —alimentarias, papeleras, químicas, cerámicas, refinerías, textiles y un largo etc.—, producen el calor y la electricidad que necesitan en sus fábricas. Un 20% del PIB industrial español se fabrica con energía proveniente de la cogeneración en empresas industriales que exportan la mitad de lo que producen y mantienen más de 200.000 empleos directos.
Cogenerar es producir conjuntamente electricidad y calor, lo que ahorra hasta un 30% de energía comparado con producirlo separadamente; una tecnología clave para la descarbonización de la industria y el ahorro de energía, además de para la competitividad.
La cogeneración es un sector regulado y promovido desde la Unión Europea –Directiva 2012/27/UE— por sus enormes ventajas energéticas y ambientales. El 11% de la electricidad y el 15% del calor de la UE se produce con cogeneración, cifra que por ejemplo en Estados Unidos se eleva hasta el 13%; una tecnología pujante en todo el mundo. En España tenemos un marco regulado –Ley 24/2013 y RD 413/2014—, que la promueve conjuntamente con las renovables y los residuos, pero desde 2012 sigue en vigor una inexplicable moratoria a instalar nuevas plantas que próximamente levantará el Gobierno con la convocatoria de subastas para 1.200 MW.
La dejadez de España para promover la cogeneración en la última década es un error estratégico para la industria y para los sistemas energéticos. En países competidores, como Italia o Alemania, nos duplican y cuadruplican respectivamente en energía de cogeneración.
Desde 2020, los cogeneradores transitamos por un difícil contexto. La crisis COVID hizo caer la producción de cogeneración un 30%, pero su capacidad y resiliencia permitió recuperar en seis meses los niveles pre-crisis. Desde el segundo semestre de 2021, la crisis energética con enormes oscilaciones en los mercados energéticos y en los precios de los combustibles, ha hecho que los cogeneradores nos veamos obligados a gestionar sin contar con un marco regulado adaptado a esta situación. Nuestro principal problema es el incumplimiento por parte del MITECO de nuestra legislación, desfasada para el contexto actual de alta volatilidad de precios.
Los cogeneradores llevamos dos años sin que el MITECO revise nuestras retribuciones –la ley obliga a hacerlo cada 6 meses— lo que, unido a la brutal subida de los combustibles, está asfixiando financiera y operativamente a las fábricas. Además, las reformas energéticas en curso, con las medidas de emergencia energética consecuencia de la guerra de Ucrania, agravan la situación, ya que se ha eliminado retroactivamente el marco en el que veníamos funcionando sin que se haya promulgado uno nuevo, con lo que las industrias están produciendo a ciegas. Pese a la importancia industrial para el empleo y exportaciones de España, las medidas que el Gobierno ha anunciado siguen retrasándose. Es vital que el Ejecutivo se ponga al día y cumpla y priorice la situación de nuestras industrias o se producirán cierres de empresas de imprevisibles consecuencias.
Javier Rodríguez, presidente de ACOGEN
En España hay ahora unas 600 fábricas que emplean la cogeneración para producir el calor que necesitan y el 11% de la electricidad del país (las propias fábricas autoconsumen el 50% de la electricidad que producen), empleando el 20% del consumo total de gas de España. El valor de la energía que produce la cogeneración supera actualmente los 8.000 M€/año y ahorra anualmente más de 14 millones de barriles petróleo, 4 millones de toneladas en emisiones de CO2 y 25 Hm3 en agua. Este año ahorrará energía y emisiones por valor de 1.800 M€, además de satisfacer la demanda energética del 20% del PIB industrial en sectores clave.
La cogeneración es un sistema distribuido de producción de electricidad y calor “in situ”, en las propias fábricas, con plantas pequeñas y muy eficientes. Así se consigue ahorrar energía –no hay que transportar la electricidad a grandes distancias, por lo que evita cuantiosas pérdidas— y mejorar la calidad del suministro, su estabilidad y resiliencia, ya que puede producir todas las horas del año y adaptarse también a la producción de renovables. Es la tecnología de generación distribuida de mayor eficiencia energética con garantía de potencia y flexibilidad operativa que aporta ahorros de energía y emisiones de CO2, así como una mayor competitividad a las industrias y a los sistemas energéticos.
En las industrias, la cogeneración aporta competitividad con ahorros de energía y emisiones, mayor independencia energética y resiliencia y es el pilar para desarrollar otras inversiones en renovables, como hibridaciones, biogás, hidrógeno, etc. Porque la cogeneración está ya preparada para emplear hidrógeno, por lo que será un actor clave para el desarrollo en cientos de industrias repartidas por todo el país.
Es una herramienta perfecta a medida de cientos de industrias y servicios, con una evolución tecnológica que permite acometer los nuevos retos de cara al 2050: descarbonización, flexibilidad operativa y digitalización. Los países industrializados más avanzados de nuestro entorno la impulsan e implantan, constatando que es la tecnología de mayor futuro y factor de escala para la transición energética de la industria calorintensiva.
Una generalización de la cogeneración de energía, ¿hasta qué punto podría contribuir a que España alcanzase una mayor independencia energética?
Si España desarrolla la producción de hidrógeno, la cogeneración será la tecnología más eficiente para emplearlo: con los cogeneradores podemos utilizar tanta energía en forma de hidrógeno como 1/3 de toda la electricidad que consume España, nuestro factor de escala es enorme. Es ahorro de energía y eficiencia energética fundamental para alcanzar los objetivos comprometidos de eficiencia energética, sólo la cogeneración ahorra un 1,5% de toda la energía primaria del país y podría ahorrar un 50% más y llegar a reducir hasta 15 millones de toneladas de CO2.
Ahorrar energía es disminuir las emisiones de CO2 y la cogeneración responde perfectamente al nuevo ecosistema ecológico industrial con un modelo altamente competitivo que potencia valores y avances tecnológicos, en cooperación con otras tecnologías renovables. La tecnología de cogeneración es “H2 ready” permitiendo emplear hasta un 100% de gases renovables. La cogeneración es una tecnología sostenible y de futuro, una herramienta para reducir el cambio climático y alcanzar mayor descarbonización en la industria.
La principal barrera es la regulación. La falta de prioridad y acierto en las políticas energéticas en pro de la industria y su transición energética competitiva es evidente. La situación de dejadez en nuestras retribuciones –pendientes desde 2020— y el no tomar medidas en esta crisis es la prueba de ello y socava la confianza de las industrias para invertir. Si no se regula bien, muchas multinacionales que cogeneran se irán a otros países donde esta tecnología se promueve. Estamos expectantes ante los anuncios del Gobierno sobre el marco de cogeneración y las próximas subastas—confirmadas por la vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y la ministra de Industria, Reyes Maroto—, que se celebrarán este año y movilizarán más de 800 millones de euros de inversión, a las que seguirán otras inversiones industriales adicionales. Lograr un suministro energético competitivo es la prioridad de cualquier industria para mantener y desarrollar su producción en un país; en España tenemos una enorme oportunidad con el desarrollo de las renovables, pero en la industria, si no se complementa con cogeneración capaz de producir todas las horas del año, el esfuerzo será ineficaz.
El interés industrial por las subastas de cogeneración es grande, ya que no hay mejor alternativa para la transición energética de la industria calorintensiva. Toda la larga cadena de suministros e industrias esperan para invertir y mejorar sus cogeneraciones. El 50% de nuestras industrias son multinacionales que cuentan con fábricas en otros países, el resultado de la regulación para 2022 y 2023 será clave para que las empresas industriales decidan si siguen apostando por nuestro país o no. Si tenemos un marco acertado de cogeneración tendremos más industria y empleo estable y de calidad.