Desde que Rusia invadiera Ucrania, los principales centros tecnológicos gubernamentales están en alerta por ciberataques. En los últimos días, ha sido el Centro Criptológico Nacional español (CNN) el que ha dado la voz de alarma ante sospechosos movimientos procedentes del país euroasiático. El objetivo: atacar contra las webs de los servicios públicos de empleo (SEPE). […]
InternacionalDirigentes Digital
| 24 mar 2022
Desde que Rusia invadiera Ucrania, los principales centros tecnológicos gubernamentales están en alerta por ciberataques. En los últimos días, ha sido el Centro Criptológico Nacional español (CNN) el que ha dado la voz de alarma ante sospechosos movimientos procedentes del país euroasiático. El objetivo: atacar contra las webs de los servicios públicos de empleo (SEPE).
El Ministerio de Trabajo y Economía Social no ha sido el primero en interceptar movimientos sospechosos desde que comenzará la guerra del Este. Sin embargo, Moncloa alerta que esta es la vez que más cercan han estado de lograr su fin y hacerse con la página del SEPE.
El ‘toque de atención’ del Kremlin al Ejecutivo se estaría manifestando en forma de represalia por la presencia del Ejército español en Lituania, uno de sus principales puntos estratégicos para expandir su dominio a al antiguamente conocida URSS. Polonia, Estonia, Letonia y Lituania forman parte de los grupos de batalla formados por la OTAN en su misión Presencia Reforzada Avanzada.
Además, el firme apoyo mostrado por el alto representante de la Unión Europea y vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, a favor de Ucrania, ha posicionado a España como uno de los principales enemigos del Kremlin.
Tras el aviso del CNI al Gobierno, al que pertenece el CNN, fue la propia Secretaría General de Administración Digital quien dio órdenes a todos los organismos públicos, aparte de ministerios y embajadas, de apagar todos los ordenadores para así evitar un ciberataque proveniente del gobierno de Putin. De hecho, algunos departamentos informáticos optaron por desconectar los propios equipos para más seguridad.
La amenaza también se extendió a altos cargos del Estado, a quiénes se les pedía que extremaran el cuidado en los correos electrónicos o redujeran las conexiones a la red, además de cambiar las contraseñas ya establecidas por otras más seguras.
Si Rusia consiguiera su objetivo, más de tres millones de españoles en situación de desempleo, serían afectados ante este ciberataque contra el Servicio Público de Empleo Estatal. El Gobierno no podría hacer frente a los pagos, suponiendo una preocupante situación para miles de personas no solo en paro, sino también en ERTE.
Hace aproximadamente un año, el SEPE ya sufrió un ciberataque a través de un ramsomware, provocando importantes contratiempos. Este virus afecta principalmente al encriptado y bloqueo de archivos, por los que se pide un rescate, en la mayoría de los casos, con criptomonedas.
El Ejecutivo ya ha pedido colaboración con algunas de las principales empresas de telecomunicaciones de nuestro país, como Telefónica. Actualmente, el mayor porcentaje de ciberataques en España provienen de la que es considerada la mayor ciberpotencia mundial: Rusia.
La implicación de España en la guerra de Ucrania ha situado al país en uno de los principales objetivos de Vladimir Putin. La última muestra de ello es el apoyo militar del gobierno español en Letonia, convirtiéndose en el segundo país, por detrás de Canadá, que más soldados del Ejército de Tierra está aportando a estratégico enclave.
Las Fuerzas Armadas españolas están demostrando su poderío armamentístico en Lituania, desplegando carros de combate, como el Leopardo, o participando en misiones aéreas de la OTAN. Si bien es cierto que España lleva años cooperando, de manera muy relevante, en los despliegues militares contra el gobierno ruso, es ahora, con la violenta invasión de Ucrania, cuando está reforzando sus misiones.
El creciente poder de Josep Borrell tras los discursos en contra de Rusia, no ha hecho más que añadir asperezas entre ambos países. Ello, sumado a que el alto cargo de la UE es el único interlocutor directo con EE.UU. y sus aliados, ha añadido a Borrell un protagonismo para nada desapercibido en Moscú.