La versión digital de la factura tradicional ha tenido especial aceptación por parte de las pymes españolas. Tal y como se ha podido conocer a través del estudio presentado por SERES, el 32,83% de estos negocios, en 2021, interiorizó positivamente la emisión de la factura electrónica, demostrando que apuestan por su digitalización y crecimiento competitivo. […]
PYMESDirigentes Digital
| 28 abr 2022
La versión digital de la factura tradicional ha tenido especial aceptación por parte de las pymes españolas. Tal y como se ha podido conocer a través del estudio presentado por SERES, el 32,83% de estos negocios, en 2021, interiorizó positivamente la emisión de la factura electrónica, demostrando que apuestan por su digitalización y crecimiento competitivo.
Los datos de emisión en la factura electrónica por parte de pequeñas y medianas empresas, aunque inferior a años anteriores, demuestra que el sector se encuentra, por segundo año consecutivo, a la cabeza de la tipología empresarial en este avanzado modelo de facturación.
De este modo, las pequeñas empresas siguen demostrando que la apuesta por la transformación digital en el gremio es plena. La factura electrónica es parte fundamental para la evolución de los negocios de menor tamaño, sumando así otro hito más en lo que para ellos, no resulta tan fácil como para empresas de mayor tamaño debido al respaldo, financiero principalmente, que tienen.
Mejorar la gestión de las empresas, reducir costes, la transparencia tributaria que implica o implementar un elemento mucho más automatizado, son algunas de las principales ventajas que conlleva a las pymes implementar la factura electrónica. Además, es gran paso para reducir una de las principales problemáticas a las que se enfrente el pequeño y mediano comercio: la morosidad.
En el estudio se puede ver cómo las empresas de mediano tamaño, son las más proclives a utilizar este reciente modelo de factura, llegando a emitir un 31,63% de estas mientras que, el dato de recepción es del 23,90%.
La implicación de las pymes en todo lo referente a la digitalización, conlleva un positivo avance en el gremio que, aun suponiendo casi la totalidad del tejido empresarial español, resulta ser el sector más castigado en las sucesivas crisis que acontecen últimamente.
Incluso en las microempresas, aquellas de un tamaño inferior a las pymes, se ha apreciado un incremento de la emisión de facturas electrónicas, lo que supone un importante avance en el establecimiento de este tipo de tributación. Estas han aumentado en los últimos años en un porcentaje muy considerable dentro de la economía del país, llegando a generar hasta un 21,28% de las ofertas de empleo.
Las pymes españolas han demostrado, históricamente, que son los mejores activistas de aquellos retos que se les propone, incluso en escenarios nada fáciles y en donde estos empresarios dan la talla. Sin embargo, España se encuentra a la cola de Europa en lo referente a facturación electrónica.
El proceso de transformación digital en el que se encuentran las empresas españolas de menor tamaño, es necesario para alcanzar los estándares europeos e internacionales de facturación. Una manera de optimizar, automatizar y gestionar las relaciones empresariales, además de con el público y Hacienda.
Cada vez es más frecuente que las pymes opten por el sistema de facturación electrónico. Por una parte, por la cantidad de beneficios y ahorros que conlleva, pero por otra, y quizás la más importante, por ser conocedores de que se encuentran en un momento de plena evolución. Cualquier pyme que aspire a crecer y formar parte de la digitalización global, se verá obligada a implantar, más pronto que tarde, a implementar en su negocio un sistema de facturación electrónico.
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