Rebajar la factura de la luz mediante un tope al precio del gas. Este es el objetivo que el gobierno español y portugués llevaron a Europa en el mes de marzo. Sin embargo, después de que la semana pasada estos países anunciaran un principio de acuerdo con el Ejecutivo comunitario para limitar el precio del […]
EnergíaDirigentes Digital
| 05 may 2022
Rebajar la factura de la luz mediante un tope al precio del gas. Este es el objetivo que el gobierno español y portugués llevaron a Europa en el mes de marzo. Sin embargo, después de que la semana pasada estos países anunciaran un principio de acuerdo con el Ejecutivo comunitario para limitar el precio del gas en el mercado eléctrico, dicha propuesta todavía está pendiente de completarse. Ahora, el equipo de Pedro Sánchez tiene que terminar el documento que incluya todos los detalles técnicos que deberá recibir el visto bueno de Bruselas para poder ser implementado.
Así las cosas, está previsto que se lleve al Consejo de Ministros la próxima semana y pueda ser aplicada a partir de la factura eléctrica de mayo, de forma que el tope al gas se retrasará varias semanas respecto a la fecha prometida por el Gobierno. ¿Y en qué consiste la iniciativa? La conocida como excepción ibérica supone un reconocimiento por el que la Comisión Europa tiene en cuenta la situación geográfica de España y Portugal a la hora de adaptar el precio del gas en el mercado mayorista de electricidad.
Según este acuerdo, el precio del gas de la Península Ibérica tendrá un precio medio de 50 euros el megavatio hora para los próximos doce meses, una cifra que representa 20 euros más del tope de 30 euros que propusieron en un principio ambos países. En este escenario, DIRIGENTES ha hablado con Antonio Picazo, experto energético y cofundador de Gana Energía, para descifrar las claves de esta medida.
Para entender qué implicación tiene la limitación del precio del gas en las tarifas de la luz, Picazo explica que la bajada de las tarifas de precio indexado con respecto a las actuales podría ser una de las principales consecuencias. Además, el hecho de que el riesgo al alza esté limitado permitirá seguir contando con los beneficios de las bajadas, en el caso de que las hubiera, lo que “generará cierto atractivo en esas tarifas”.
Por su parte, en cuanto a las tarifas de precio fijo medidas no se aplicarán de igual forma. Tal y como comenta, “para ver el impacto final será necesario analizar cada caso de contratación ya que, si los precios ofertados se establecen en relación con una cobertura de precio que hay que cumplir, puede que las consecuencias no sean bajadas de precio”.
En este contexto también cabe preguntarse si la bajada de precio podría repercutir en otros ámbitos de la economía, ante lo que el cofundador de Gana Energía sostiene que si el precio de la electricidad baja, es “seguro” que se producirá también un coste menor en el resto de sectores: “Antes o después, deberíamos ver esto reflejado en los precios de los diferentes productos y servicios que todos consumimos”.
Para el experto esta iniciativa supone una ayuda. No obstante, “los precios de la electricidad seguirán siendo históricamente altos, más allá de la intervención”, por lo que no recomienda hablar de una vuelta a una situación “normalizada” y considera que todavía existe mucha incertidumbre en torno a los tiempos. De este modo, de cara al futuro y una vez finalicen estas medidas, Picazo apuesta por una vuelta a un mercado integrado por un equilibrio entre la oferta y la demanda de gas. Una situación que provocaría precios racionales y de acuerdo con su media histórica. “Los precios de ahora están inflados y son absurdos”, matiza.
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