La economía circular ha surgido con un objetivo muy claro: conseguir que todo producto, material o recurso dure el mayor tiempo posible, a la vez que se reduce al mínimo la generación de residuos. Según lo recogido en la Fundación para la Economía Circular, se trata de una idea relacionada directamente con la sostenibilidad y […]
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| 02 dic 2019
La economía circular ha surgido con un objetivo muy claro: conseguir que todo producto, material o recurso dure el mayor tiempo posible, a la vez que se reduce al mínimo la generación de residuos. Según lo recogido en la Fundación para la Economía Circular, se trata de una idea relacionada directamente con la sostenibilidad y que, por tanto, rompe con la obsolescencia programada.
Así, en línea con esta premisa, en febrero de 2018 el Gobierno español redactó ‘España Circular 2030. Estrategia española de Economía Circular‘, que se enmarca dentro del plan de acción impulsado por la Comisión Europea en esta materia. Sin embargo, este documento de carácter público, aún se encuentra en borrador como consecuencia del bloqueo político que sufre España de un tiempo a esta parte.
“Frente a la incapacidad política de establecer un marco europeo de responsabilidad en la reutilización, muchas empresas españolas están avanzando decididamente en este ámbito. Es una transformación que se anticipa a lo regulado”, sostiene el vicepresidente ejecutivo del Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada, Jesús Sánchez Lambás.
La citada organización ha analizado el desarrollo de la economía circular entre el tejido empresarial español. Solo teniendo en cuenta compañías de tamaño mediano y algunas pequeñas, la principal conclusión que extraen es un alto grado de concienciación sobre este asunto. “Los operadores consideran que una actuación sostenible es ineludible en el ámbito de los negocios y que no hay otra opción”, subrayan.
Dejando al margen las grandes corporaciones, ya que se supone que disponen de la suficiente dotación de capital y recursos humanos para alcanzar los objetivos de sostenibilidad, se han fijado en aquellas empresas menores de 250 trabajadores que han sido capaces de cambiar el modelo de trabajo establecido hasta ahora para reciclar o minimizar su impacto medioambiental, así como en aquellos negocios que han surgido para dar una nueva vida a productos que acabarían en la basura.
En base a ello, ha realizado una cuidadosa selección en la que ha tenido en cuenta tanto aspectos cuantitativos como cualitativos. ‘TOP 10 de Empresas de Economía Circular 2019’ es el nombre que recibe esta clasificación encabezada por Aquaservice. La compañía de reparto de agua a domicilio entrega a sus clientes botellas reutilizables de 20 litros que, una vez que están vacías, son higienizadas y rellenadas de nuevo. Cuando ya no se puede alargar más su uso, recuperan la materia prima con la que fueron hechas y generan nuevos productos. Además, con la finalidad de alargar al máximo la vida útil del dispensador, han desarrollado un programa de reparación y reacondicionamiento. A ello hay que añadir su sistema de optimización de rutas a través del cual realizan más del 30% de las entregas a pie.
Le siguen en la clasificación Boc’n’Roll, que ha diseñado un porta bocadillos lavable para usarlo cuantas veces quieras; Camper, que ha comenzado a fabricar los empeines, forros y cordones de su modelo Pelotas con plástico que convierte en material textil; Ecodicta, dedicada al alquiler de ropa mensual o Nice to eat you (Encantado de comerte), startup que conecta a los restaurantes con excedente de comida con usuarios que la adquieren un 40% inferior a su precio.
Completan la lista PackBenefit, cuyo equipo ha creado unas bandejas sustitutivas a las de corcho blanco -que son más complicadas de reciclar- y que una vez usadas se transforman en compost, o Solteco que elabora madera plástica con deshechos que rechaza la industria del reciclado. En esta línea, Ternua fabrica prendas deportivas para montañismo y actividades al aire libre a través de materiales de deshecho también.
Para finalizar se encuentran Yes Future, un supermercado que rehuye de cualquier tipo de envoltorio de usar y tirar y Zicla, que crea elementos de movilidad urbana como plataformas para paradas de autobuses urbanos y señalizadores de carril bici o bus con residuos industriales procedentes de plantas de tratamiento o de proyectos de recuperación.