Este viernes 25 de mayo entra en vigor la nueva normativa europea de protección de datos. Su objetivo: que las compañías digitales dejen de poder manipular a su antojo los datos personales de los ciudadanos de la Unión. El GPDR (Reglamento General de Protección de Datos) entra en vigor en el momento adecuado, con privacidad […]
Dirigentes Digital
| 24 may 2018
Este viernes 25 de mayo entra en vigor la nueva normativa europea de protección de datos. Su objetivo: que las compañías digitales dejen de poder manipular a su antojo los datos personales de los ciudadanos de la Unión.
El GPDR (Reglamento General de Protección de Datos) entra en vigor en el momento adecuado, con privacidad y protección de datos actualmente en la agenda política gracias a varios escándalos recientes sobre el control de datos.
Las innumerables filtraciones y hackeos que se han hecho públicos en los últimos tiempos han señalado las grandes cantidades de información de identificación personal que circulan en la red sin control.
La exposición pública de los escándalos puede haber servido como elemento de disuasión mayor, pero en cualquier caso, la aparición de la nueva normativa clarifica un intento de empoderamiento institucional frente al macrocorporaciones de Internet.
Nueva regulación
El mayor elemento de disuasión en esta nueva era es que la UE podrá imponer grandes multas. Que se materialicen realmente dependerá de cuán seriamente las compañías hayan tomado sus preparativos y el cumplimiento continuo. El temor a estas multas motiva gran parte del trabajo que se realiza, por supuesto, pero GDPR ya muestra que la regulación puede ayudar a dominar el comportamiento de los gigantes tecnológicos.
A pesar de todo, son pocos los ciudadanos de la UE que han podido tomar conciencia de que las regulaciones están entrando, y menos aun entienden de qué se tratan.
No obstante, aunque en general la nueva regulación ha sido recibida de forma positiva, también ha recibido críticas. Algunas compañías aseguran que si una empresa recibiera un ataque informático podría ser culpabilizada por un delito cibernético del que en realidad sería únicamente la víctima.