Cuando se habla de la preocupación de Europa, rápidamente la cabeza se va a países como España, Grecia o Italia. Sin embargo, en esta ocasión el protagonista es un sospechoso nada habitual, como Alemania. El motor de la economía europea lleva meses enfriándose con datos macroeconómicos que preocupan cada vez más y que podrían hacer que el BCE frenase antes el endurecimiento monetario. Por eso, es necesario ver qué está pasando en Alemania y si es tan grave como para hacer saltar las alarmas de la eurozona.
Los datos se enfrían y apuntan a recesión alemana
El primero de los datos a analizar es el PIB. Y es que, Alemania entró en recesión técnica tras los datos del primer trimestre del año. Pero, eso sí, fue algo que solventó con crecimiento en el segundo trimestre del 2023. Así las cosas, en el último trimestre de 2022 su PIB cayó un 0,4%, mientras que de enero a marzo del 2023 lo hizo un 0,1%. Después, de abril a junio, el crecimiento fue casi nulo, pero sirvió para evitar la recesión. Aun así, el FMI prevé que en el conjunto del año la economía caiga un 0,3%.
Por otro lado, se encuentran los PMI, que también indican claramente zona de contracción. El PMI manufacturero se encuentra en los 39,1 puntos – cuando se encuentra por debajo de 50 son niveles de recesión – mientras que el del sector servicios se sitúa en el 47,3, cuando venía de un 52,3. El primero, el manufacturero, lleva por debajo de 50 desde el mes de julio del año anterior; mientras que el de servicios lo ha hecho en este mes de septiembre.
Otros indicadores de sentimiento, como el Ifo – confianza empresarial – o el Sentix – confianza de los inversores – también apuntan a una desaceleración y enfriamiento. El primero, se ha ido a niveles de junio del 2020, en plena pandemia, al situarse en los 85 puntos, cuando en abril tocaba los 93. Mientras que en el Sentix se ha producido la quinta caída consecutiva del índice general, llegando a -33.1 puntos, su nivel más bajo desde octubre de 2022.
Por último, las exportaciones también muestran caídas, concretamente están un 1% por debajo que hace un año. Aunque, quizá lo más llamativo sea la caída de las importaciones, que se encuentran un 10,2% por debajo con respecto a lo anotado hace tan solo doce meses.
Los datos positivos
Pese a estos datos negativos de la economía alemana, también hay que ver el lado positivo. Y es que, el país teutón es uno de los menos endeudados del Viejo Continente, lo que le genera una mayor capacidad de reacción para reactivar la economía mediante la fiscalidad. Actualmente, su deuda sobre el PIB es del 66% frente al 113% de España o al 111% de Francia. Igualmente, su déficit está en el -2,6%, frente al -4,81% de España o al -4,70% de Francia.
Por la parte del empleo, su tasa de desempleo es del 2,9%, por lo que se puede considerar casi pleno empleo. Un nivel mucho mejor que el 13% de España, el 7,4% de Francia o el 7,8% de Italia.
¿Por qué se enfría Alemania?
Las causas del enfriamiento alemán hay que buscarlas en diferentes condicionantes. El primero de todos es el mayor gasto en servicios por parte de los consumidores después de la pandemia. Se ha dejado de lado el gasto industrial para gastar en servicios, algo que perjudica a una economía como la germana. Por otro lado, el encarecimiento del gas ruso también está minando la capacidad de la economía alemana. Por último, las importaciones chinas sobre productos alemanes también han ido reduciéndose con el paso de los meses por la situación económica del gigante asiático.
A pesar de esos condicionantes externos, los datos macroeconómicos siguen siendo sólidos y permiten al gobierno alemán tener un margen de maniobra amplio para tratar de minimizar el enfriamiento económico con diferentes medidas de impulso. De hecho, el ejecutivo de coalición ha anunciado una rebaja fiscal para las pymes por valor de 7.000 millones de euros.
2023-09-06 05:35:01
