Alquilar tecnología: ¿cuándo es recomendable y cuándo no?

La opción de alquilar tecnología la abordamos a menudo en Dirigentes al tratar temas como el arrendamiento de maquinaria industrial o el renting de vehículos, que al fin y al cabo son variantes del mismo concepto. No obstante, en la actualidad han surgido modalidades muy sofisticadas de alquiler, impulsadas por la economía colaborativa o la economía circular. Por ello, es lógico plantearse si esta opción resulta recomendable o no. La respuesta depende de distintas variables como la forma jurídica del arrendatario. En las siguientes líneas trataremos de abordar, brevemente, cuándo puede resultar rentable y cuándo no.

Aspectos positivos de alquilar tecnología

En líneas generales, una solución de arrendamiento de tecnología está más que justificada cuando se presenta una situación excepcional, como la necesidad de sustituir un equipo averiado mientras se procede a su reparación, siempre y cuando el coste conjunto de la reparación y del alquiler sea más conveniente que la compra de un nuevo equipo. En este sentido, puede ser interesante la modalidad de alquiler con opción a compra, algo habitual en el sector inmobiliario, pero que ya es posible en plataformas online como Grover.

También puede resultar una buena opción cuando un dispositivo se usa solo de manera esporádica. Por esta razón se ha popularizado el alquiler de tecnología entre particulares con dispositivos como tabletas y drones; pero esto también va ganando terreno en el ámbito profesional y empresarial.

Por otro lado, el alquiler de tecnología está justificado cuando hablamos de equipos difíciles de transportar geográficamente y el negocio no está muy ligado al lugar de la actividad. Es el caso de sedes recién abiertas o de eventos corporativos organizados en otra ciudad.

De cualquier modo, la opción de alquilar tecnología solo será rentable si se realizan cálculos concienzudos y se analizan las diferentes variables. Se debería tener en cuenta que:

  • Los gastos de arrendamientos son “fiscalmente deducibles” para la Agencia Tributaria en la mayoría de los casos.
  • Los equipos tecnológicos, por lo general, se devalúan al cabo de los años, por lo que los beneficios de revender dichos equipos para invertir en otros nuevos suelen ser residuales. En cambio, los equipos alquilados se pueden actualizar o cambiar cada vez que sea necesario.
  • La compra de equipos tecnológicos implica una alta inversión inicial, mientras que el alquiler por un corto período de tiempo resulta más rentable.

Cuándo es mejor comprar que alquilar

No cabe duda de que tener un bien en propiedad es mejor para una empresa o autónomo, y esa suele ser la opción elegida cuando su uso no tiene carácter excepcional ni esporádico. De lo contrario, el coste del arrendamiento de dicho equipo excederá en poco tiempo el coste de su adquisición.

Por otro lado, la compra estará también más que justificada cuando se trate de una auténtica inversión. Es decir, cuando sean equipos que, por sus características, no pierden valor, sino que incluso lo aumentan con el tiempo, lo cual hace positiva su reventa futura. No obstante, esto generalmente ocurre con máquinas muy especializadas.

En cualquier caso, lo recomendable para una empresa o un profesional es considerar siempre las opciones de alquiler o compra de acuerdo con el tiempo de uso que se necesite el equipo. El arrendamiento es una solución sencilla, rápida y económica para períodos cortos de tiempo.

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