Manuel Rodríguez, selector de fondos de Renta Fija en Abante, realiza un balance del comportamiento del mercado de renta fija durante este 2023, que estamos a punto de finalizar y observa cómo podría comportarse este mercado durante el próximo año. ¿Qué balance hacemos de los primeros 11 meses del año dentro del mercado de renta […]
Dirigentes Digital
| 01 dic 2023
Manuel Rodríguez, selector de fondos de Renta Fija en Abante, realiza un balance del comportamiento del mercado de renta fija durante este 2023, que estamos a punto de finalizar y observa cómo podría comportarse este mercado durante el próximo año.
Ha sido un año más difícil de lo que se planteaba en un principio. Parecía que iba a ser un año bastante plácido para la renta fija, en el que ya habíamos visto un ciclo de subida de tipos de interés y de tono más restrictivo por parte de los bancos centrales y que eso podía llegar a su fin. También que la economía podía entrar en una fase ya de desaceleración, precisamente por esas subidas de tipos que habían hecho los bancos centrales y que eso podría tener un impacto en forma de que nos íbamos a llevar la rentabilidad que ofrecían los cupones de los bonos y que posiblemente podríamos tener un comportamiento positivo por las bajadas de tipos o futuras bajadas de tipos de interés en la economía.
La economía ha aguantado mejor de lo que se esperaba y eso ha tenido su impacto, sobre todo en EEUU, donde hemos visto más fortaleza de la economía americana, del consumidor americano, que sigue muy fuerte. La contrapartida de esto ha sido que sobre todo los bonos de gobierno americanos, si te vas a plazos más largos, han seguido experimentando subidas en los tipos de interés, porque parece que los tipos se van a mantener altos durante más tiempo y eso ha hecho que inversores que se habían refugiado en los bonos supuestamente de más calidad y menos arriesgados, han seguido experimentando pérdidas este año. Esa ha sido la parte negativa, que esconde también que, en el corto plazo, la renta fija se ha comportado bien y ha sido un año bueno.
Ha ido por barrios, si has tenido riesgo de duración has sufrido, si has tenido cortos plazos e incluso riesgo de crédito, teniendo en cuenta que se esperaba que el escenario económico fuera malo y muchos inversores estaban fuera de la deuda de peor calidad o high yield, como el escenario económico ha sido mejor, el riesgo de crédito si te ha pagado. Dependiendo de dónde hayas estado, ha podido ir mejor o peor, pero en general el balance es positivo y nos deja un buen panorama de cara al próximo año.
Se ha pospuesto todo lo que se esperaba. Esperábamos que en 2023 se produjera la desaceleración de la economía, que la inflación bajara y al final ha costado que la inflación baje más y eso ha hecho que los tipos se mantengan altos y que hayamos seguido viendo subidas hasta niveles que quizás no se esperaban a principios de año.
Sí se piensa que de cara a 2024 sigamos viendo una desaceleración y que eso ya sí que provoque que hayamos llegado al ciclo final de subidas de tipos y que nos quedemos donde estamos, tanto en EEUU como en Europa. Eso haría pensar, que incluso si vemos que la economía afloja un poco más de la cuenta y la inflación ya se mantiene un poco más cerca del objetivo de los bancos centrales, los bancos centrales sí puedan empezar a normalizar un poco la política de tipos o puedan incluso bajarlos algo.
El mercado espera que sea para después del verano, lo veremos, pero los niveles de TIR de las rentabilidades que ofrecen los bonos ya es muy positiva, los bonos de gobierno ofrecen entre un 3% o 4%, la deuda de buena calidad se sitúa entorno a un 4% o 5%. Vemos que para un inversor conservador hay muchas oportunidades y sin asumir un riesgo excesivo y si se produce una bajada de tipos sería todavía más positivo. Se prevé un año muy bueno y que sin asumir riesgo se pueda obtener una rentabilidad razonable y muy buena.
Las principales oportunidades las encontramos en crédito, nos ofrece una rentabilidad extra sobre la deuda de gobierno y las compañías se encuentran saneadas, con buenos balances y al final te pagan entre un 1% o 2% más que el gobierno. Nos sentimos muy cómodos en ese riesgo.
Crédito de buena calidad, que nos parece que en un entorno en el que va a haber desaceleración económica lo van a hacer bien y al final como tenedores de los bonos vamos a recibir nuestra compensación que es lo que nos importa. La parte de crédito de buena calidad es la que nos gusta, tratamos de evitar el high yield que es la parte que nos da un poco más de miedo porque son compañías más apalancadas, que van a tener que afrontar un incremento en los costes de financiación por estas subidas de tipos, lo que va a ser complicado en un entorno en el que la economía flojea un poco.
Preferimos estar en crédito de buena calidad y hemos ido subiendo la duración, el vencimiento de nuestras carteras, hemos estado más sesgados a estar en vencimientos a un año y medio o dos, nos estamos yendo a vencimientos a tres años. Ese es el punto en el que vemos que nos sentimos bien remunerados, que si los tipos bajan nos va a ir bien y si se mantienen donde están, también nos va a ir bien. Encontramos oportunidades para hacer una cartera que fundamentalmente te proteja en cualquier entorno y te de buenas rentabilidades.