La emergencia sanitaria que estamos viviendo a causa de la expansión del coronavirus ha puesto en evidencia la necesidad de impulsar estudios sobre la salud planetaria. Debido a la globalización, nuestras conductas pueden tener un impacto en la salud de personas que vivan a miles de kilómetros, lo que hace imprescindibles soluciones que engloben los […]
Gestión y LiderazgoDirigentes Digital
| 23 mar 2020
La emergencia sanitaria que estamos viviendo a causa de la expansión del coronavirus ha puesto en evidencia la necesidad de impulsar estudios sobre la salud planetaria. Debido a la globalización, nuestras conductas pueden tener un impacto en la salud de personas que vivan a miles de kilómetros, lo que hace imprescindibles soluciones que engloben los sistemas naturales, sociales y económicos.
Más del 80% de los países del mundo ya registran casos de covid-19. Sin embargo, desde la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) denuncian que a la hora de luchar contra la expansión de la enfermedad no existe una estrategia global. “No tenemos un criterio único para definir las medidas de protección y cuándo deben aplicarse”, explica Salvador Macip, profesor de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC. Según el profesor, “la OMS podría ser el organismo que dictara los protocolos relacionados con las estrategias de salud que es necesario seguir a escala planetaria, pero de momento estas decisiones se dejan a los estados, que no actúan de forma coordinada”.
En este sentido cada uno ha optado por diferentes estrategias, lo que dificulta la contención del virus. Macip resalta que en las enfermedades infecciosas esto es especialmente relevante debido al sistema económico y social existente y a la alta movilidad entre países, lo que además produce un importante impacto en aquellas poblaciones que no tengan los recursos para hacerle frente. China prohibió los desplazamientos en el foco del contagio, la ciudad de Wuhan en la que residían 11 millones de habitantes, y en toda la región de Hubei, habitada por un total de 50 millones de personas. En Italia y España se han adoptado medidas más progresivas de confinamiento, hasta la declaración del estado de alarma en nuestro país y la posterior prórroga anunciada por el Gobierno que lo extenderá, en principio, hasta el 11 de abril. Mientras que Reino Unido, por su parte, en un primer momento declinó la adopción de medidas tal y como estaban haciendo sus vecinos, aunque ahora ha decretado el cierre de escuelas, bares, restaurantes teatros y gimnasios.
De esta forma vemos cómo a pesar de que se trata de un problema de salud de alcance global, no existe una unificación en el criterio. Ante esto, la epidemióloga y profesora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC, Cristina O’Callaghan-Gordo, afirma que mientras se trabaja en la obtención de una vacuna, la única vía existente es la concienciación de la población para limitar las vías de contagio. Así. O’Callaghan-Gordo considera que de ahora en adelante se deben de potenciar los estudios de salud planetaria que analicen esta crisis y cómo la sobreexplotación de los ecosistemas pueden acarrear problemas para la salud de las personas. La profesora detalla que estos estudios no deben involucrar solamente a los médicos, sino que en ellos también deben participar profesionales de otros ámbitos como las ciencias naturales, la política, la economía o la tecnología, “ya que los retos actuales requieren soluciones interdisciplinarias y urgentes”.
En esta misma línea incide también Macip, para quien las pandemias ya forman parte de los retos para la salud planetaria. En su opinión se debe de preparar a un grupo de expertos con formación en distintos ámbitos que estudien qué acciones, erróneas o acertadas, se han cometido en las anteriores pandemias víricas con el objetivo de saber cómo actuar en las venideras. “Debemos formar a profesionales capaces de analizar los factores que favorecen el origen de nuevos virus y que sean capaces de diseñar planes de contingencia contra estas epidemias”, al igual que existen protocolos para actuar en casos de accidentes nucleares o petroquímicos. Tal y como indica el experto, “a falta de un organismo que coordine las acciones a escala global, es necesario que los gobiernos y los sistemas sanitarios de cada país dispongan del conocimiento básico y cuenten con capacidad de interactuar entre ellos y aprender unos de otros, a diferencia de lo que vemos actualmente”.