Los cambios continuos que se producen en el ambiente de trabajo de las empresas exigen una formación que permita adaptarse a esas novedades. En ese sentido, la universidad se presenta como el instrumento que habilita a los jóvenes para dar el rendimiento que esperan las empresas. No obstante, bien porque se espere un rendimiento muy […]
Gestión y LiderazgoDirigentes Digital
| 27 may 2019
Los cambios continuos que se producen en el ambiente de trabajo de las empresas exigen una formación que permita adaptarse a esas novedades. En ese sentido, la universidad se presenta como el instrumento que habilita a los jóvenes para dar el rendimiento que esperan las empresas.
No obstante, bien porque se espere un rendimiento muy alto o porque la formación que se facilita no es la adecuada, los dirigentes empresariales enfocan a la universidad como causa de que los jóvenes no estén preparados para el mundo laboral. Eso es lo que se trasluce de una encuesta del ecosistema de talento joven Trivu.
De hecho, nueve de cada diez (90%) dirigentes y ejecutivos con experiencia afirman que la universidad no prepara a los nativos digitales de la forma adecuada. Se trata de una visión que comparten los propios jóvenes, aunque en una proporción inferior: dos de cada tres millenials (68,2%) coinciden con la opinión de los ejecutivos con experiencia.
Las reclamaciones de ambos grupos no inciden en las que podrían denominarse “habilidades digitales”. Al contrario, los dirigentes echan en falta una formación enfocada a favorecer el pensamiento crítico y la creatividad, además de habilidades como afrontar problemas, resolver conflictos o canalizar la frustración.
Los jóvenes coinciden en líneas generales con este punto de vista. En su caso, recalcan la necesidad de contar con un enfoque más práctico y adaptado al contexto profesional, además de formarse en habilidades interpersonales.
Generaciones complementarias
A pesar de la falta de preparación y las carencias que los directivos señalan en el talento joven, estos que pueden aprender más de los jóvenes, que los jóvenes de ellos, sobre todo en lo que se refiere a las herramientas digitales, nuevos estilos de comunicación y, entre otras cosas, decir “no”.
Por su parte, los nativos digitales creen que pueden aprender una formación básica financiera, como hacer la declaración de la renta. Además señalan la oportunidad de mejorar en campos como la comunicación verbal, la resiliencia, la capacidad de organización o la paciencia.
Este hecho contrasta con la puntuación que otorgan los dirigentes a la formación digital de los millenials. Mientras que la propia generación Z puntúa sus habilidades digitales con un 7,6 sobre 10, los dirigentes reducen la nota a un 5,2.