Cierre de empresas, pérdida de ventas, deterioro financiero, posibles problemas de liquidez o un aluvión de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), son algunas de las consecuencias de esta pandemia que afectan a todos los sectores. Desde la llegada del coronavirus, las previsiones comenzaron a circular a escala global apuntando a un descenso de […]
NacionalDirigentes Digital
| 27 mar 2020
Cierre de empresas, pérdida de ventas, deterioro financiero, posibles problemas de liquidez o un aluvión de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), son algunas de las consecuencias de esta pandemia que afectan a todos los sectores.
Desde la llegada del coronavirus, las previsiones comenzaron a circular a escala global apuntando a un descenso de unas décimas del crecimiento económico, pero con el paso de los días la posibilidad de una recesión ha ido cogiendo peso entre las hipótesis que manejan los expertos.
Un ejemplo lo constituye, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, quien se pronunció al respecto en la reunión con los ministros de Hacienda y gobernadores de los bancos centrales del G-20. “Se prevé como mínimo una recesión tan aguda como durante la crisis financiera mundial o peor, pero esperamos una recuperación en 2021” y asegura que el impacto económico es y será grave, pero cuanto antes se frene al virus, más rápida y “vigorosa” será la recuperación.
En el caso español, cuyo tejido empresarial está formado principalmente por pymes y autónomos, el coronavirus está representando un duro golpe. En este momento de incertidumbre se enfrentan a tomar decisiones inesperadas que pueden marcar el futuro de sus negocios, sin saber la magnitud del problema.
En este sentido, la plataforma Uncommon Finance ha lanzado una calculadora online que realiza una aproximación de las consecuencias económicas y financieras a las que debe hacer frente cada empresa en las siguientes semanas. Dicha herramienta calcula la pérdida de actividad y problemas de liquidez. Con ello, los empresarios podrán decidir cuáles son los siguientes pasos que van a dar y adoptar con celeridad las medidas que sean convenientes.
Jorge Segura, cofundador de Uncommon Finance explica a DIRIGENTES que detectaron que todo eran cifras agregadas y se sabe que muchos negocios a cerrar, pero las empresas desconocen cómo les va a afectar personalmente. A partir de ese momento se plantearon cómo hacerlo sin necesidad de solicitar demasiados datos, pero que fuese relevante, sobre todo pensando en pymes y micro empresas.
Acerca de los sectores a los que más está perjudicando esta pandemia, Segura indica que “restauración está hundida literalmente, industria también se está viendo afectada”. Comenta que, sobre todo, las “que lo van a pasar peor son los que sean pymes y autónomos que tengan negocios que necesiten una inversión o un coste alto”. Por ejemplo, quien tenga una estructura de coste fijo (alquileres), se encuentra en una situación muy compleja, así como todos los que cuenten con un servicio de cara al público.
En lo que respecta a esta herramienta, “a compañeros de despachos, sobre todo asesorías, les viene bien para ver de un vistazo rápido el impacto, una estimación primera, luego si tienes que tomar una decisión, es conveniente hacer un informe técnico para tener más detalle“, comenta Jorge Segura. Por ejemplo, para aquellos que estén poniendo en marcha un ERTE.
Para cuantificar el impacto del COVID-19 en una empresa, se tienen que cumplimentar los datos en base a nueve variables que se muestran en vertical y cuatro periodos de tiempo en horizontal (dos corresponden a febrero y marzo de 2019 y dos a los mismos meses del presente año).
Los resultados de la calculadora se miden desde tres perspectivas: la pérdida de ventas, la capacidad ociosa y el deterioro financiero. Y cada una de ellas conlleva tres cuestiones: efectos sobre el precio de los productos, descenso de productividad de los recursos y problemas de liquidez en los próximos 3 meses. Para su cálculo no se contabilizan los efectos estacionales sobre un negocio y se cuenta a partir del 1 de marzo.
Con ello, una empresa puede conocer en qué punto se encuentra, si va a necesitar financiación adicional para realizar pagos a corto plazo o plantearse medidas más drásticas.