“Me presionáis más que el Gobierno”, bromeó Antonio Garamendi, presidente de CEOE, cuando los periodistas le abordaron en el Congreso de CEDE la semana pasada. Tras esa gracia, el gesto del representante empresarial se agrió, disgustado por el fondo de las propuestas que ha hecho el Gobierno para modificar la legislación laboral pero, más que […]
NacionalDirigentes Digital
| 05 nov 2021
“Me presionáis más que el Gobierno”, bromeó Antonio Garamendi, presidente de CEOE, cuando los periodistas le abordaron en el Congreso de CEDE la semana pasada. Tras esa gracia, el gesto del representante empresarial se agrió, disgustado por el fondo de las propuestas que ha hecho el Gobierno para modificar la legislación laboral pero, más que eso, disgustado por las formas y las filtraciones continuas.
En su intervención ante los dirigentes que asistieron al Congreso, Garamendi llegó a repetir hasta tres veces que las empresas necesitan seguridad jurídica, estabilidad regulatoria y calidad normativa. A su juicio, los vaivenes del Gobierno, están “generando inseguridad” y, aunque cambiar la normativa laboral sea imprescindible para recibir el siguiente tramo de fondos europeos, Garamendi afirma que a los empresarios “les preocupan más los problemas que generen con esas reformas que la manera en que lleguen los fondos europeos”.
Esas palabras las dijo en un tono sosegado, ante un auditorio que comparte su visión y que huye de extremismos. No obstante, su actitud dio un vuelco al dar su opinión a la prensa. “No queremos estar en la mitad de un ruido mediático que ayuda muy poco a que haya conformidad”, dijo el presidente de CEOE. “Queremos seriedad, no queremos ruido, llevamos trabajando así 40 años”, insistió Garamendi.
Entre sus quejas, las diversas noticias que han aparecido en las últimas semanas en la prensa. “El ruido mediático, la filtración de papeles ayuda muy poco a que esto funcione”, se lamentó, “me dáis envidia porque os llegan los papeles antes que a nosotros”. En ese sentido, el dirigente empresarial pidió seriedad en la negociación: “Pedimos ser respetuosos y tener cierta discreción, lo que no voy a hacer es lo que otros han hecho” respondió Garamendi ante las cámaras.
Además, el presidente de la patronal se defendió de las acusaciones que se han vertido en la prensa: “Parece que somos malísimos pero hemos hecho doce acuerdos muy difíciles”. En esa línea, volvió a insistir en que han sido leales con la negociación: “Ni pasamos papeles, ni filtramos papeles ni os contamos nada”. “Este tipo de noticias de la prensa se guardan como trofeos políticos, nosotros no nos presentamos a las elecciones, queremos ayudar y no queremos estar en la pelea política porque no es nuestro sitio”, zanjó con respecto a lo que considera falta de seriedad por parte del Gobierno.
En cuanto a los temas de fondo, Garamendi aclaró que las peticiones de Bruselas tienen que ver con hacer mejoras con respecto a la temporalidad, abordar el problema de empleo juvenil y hacer alguna reforma con respecto a las pensiones. Sin embargo, negó que la Comisión Europea haya pedido que la reforma se elimine por completo: “¿Dónde pone que sea obligatoria la derogación de la reforma laboral?”.
En todo caso, argumenta que no se puede confundir temporalidad con precariedad, como cree que ha hecho el Gobierno. “Los papeles que nos han presentado van en contra de lo que se ha pedido”, detalla Garamendi. Además de la derogación o no de la reforma laboral, se despachó acerca del cambio de las cotizaciones sociales: “Quiero ver el mapa concreto, no me vale una hoja y media para decirnos que tenemos que dar el visto bueno en dos semanas. Eso no es serio, hemos tenido seis meses para tener una propuesta”.
El visible enfado del presidente de la patronal tuvo su respuesta en la intervención posterior de la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño. En la clausura del Congreso, Calviño se mostró conciliadora. Su principal objetivo es “tener un buen acuerdo antes de final de año”, se limitó a decir, si bien añadió que dicho acuerdo es imprescindible para recibir el siguiente tramo de los fondos europeos, más de 10.000 millones de euros.
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