Tras las desavenencias entre los diferentes países europeos sobre la puesta en marcha de un plan de acción conjunta ante el COVID-19, los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona parecen haber llegado a un entendimiento. El Eurogrupo ha dado luz verde a un paquete de medidas para movilizar más de medio billón de […]
InternacionalDirigentes Digital
| 09 abr 2020
Tras las desavenencias entre los diferentes países europeos sobre la puesta en marcha de un plan de acción conjunta ante el COVID-19, los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona parecen haber llegado a un entendimiento. El Eurogrupo ha dado luz verde a un paquete de medidas para movilizar más de medio billón de euros en préstamos para ayudar a Estados, empresas y trabajadores, así como para el despliegue de un fondo de estímulo, una vez que finalice la emergencia sanitaria.
La noticia se ha dado a conocer a golpe de tuit. El primero en hacerlo ha sido el responsable de Finanzas francés, Bruno Le Maire: “Excelente acuerdo entre los ministros de Finanzas europeos sobre la respuesta económica al coronavirus: 500.000 millones de euros disponibles inmediatamente. Un fondo de estímulo está por venir. Europa decide y se muestra a la altura de la gravedad de la crisis“, ha comentado en la red social Twitter.
De este modo, los líderes en materia económica de la zona euro logran un acuerdo en su segundo intento, después de finalizar la reunión de 16 horas el pasado miércoles sin ningún consenso sobre este asunto. Las delegaciones de los Estados Miembros han mantenido contactos para conseguir desbloquear las diferencias surgidas entre Holanda e Italia. Aunque la cita estaba prevista para las 17:00 horas, no ha sido hasta el final de esta tarde cuando se ha reanudado la conferencia para analizar un borrador impulsado previamente por Alemania, Francia, Italia, España y los Países Bajos.
En un principio, el requisito de Holanda para sacar adelante la iniciativa era vincular el acceso a las líneas de crédito con la condición de reformas estructurales que garanticen la estabilidad financiera, ante lo que España e Italia mostraron su negativa. Finalmente, parece haber cedido y retirado esta exigencia. La única condición es que el dinero se destine a financiar costes relacionados con el COVID-19.
Así, de la citada cantidad, el fondo europeo de rescate (MEDE) otorgará 240.000 millones de euros en líneas de crédito a los Estados Miembros, mientras que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) catalizará otros 200.000 millones en forma de préstamos para empresas. Los 100.000 millones restantes provendrán del fondo contra el desempleo propuesto por la Comisión Europea para los gobiernos de la región.
Una vez terminado el encuentro, la ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, se ha mostrado satisfecha con este pacto, pese a haber quedado fuera los denominados coronabonos. “Hemos alcanzado un buen acuerdo con el Eurogrupo, con una red de seguridad triple para trabajadores, empresas y Estados en la lucha contra el COVID-19”, ha comentado en su perfil de Twitter. A lo que ha añadido que “seguirán trabajando en mecanismos comunes de financiación para la recuperación económica”.