La Bundeswehr recibirá 100.000 millones de euros para inversiones y proyectos de armamento. El dinero se proporcionará con el presupuesto federal de 2022, como ha anunciado el canciller Olaf Scholz en una sesión especial sobre la guerra de Ucrania. Al mismo tiempo, prometió que “a partir de ahora, año tras año, Alemania invertirá más del […]
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| 28 feb 2022
La Bundeswehr recibirá 100.000 millones de euros para inversiones y proyectos de armamento. El dinero se proporcionará con el presupuesto federal de 2022, como ha anunciado el canciller Olaf Scholz en una sesión especial sobre la guerra de Ucrania. Al mismo tiempo, prometió que “a partir de ahora, año tras año, Alemania invertirá más del dos por ciento de su producto interno bruto en nuestra defensa”. Es algo que los miembros de la OTAN, sobre todo Donald Trump en su mandato como presidente de los EEUU exigió en su momento. Casi todo el parlamento alemán se levantaba este domingo para aplaudir esta estrategia del Gobierno tripartito que pretendía justamente lo contrario al principio de su legislatura: invertir menos en armas y bajar la deuda pública. La dramática situación en Ucrania, con amenazas directas a Alemania, lo ha cambiado todo. Se nota en las intervenciones de los miembros del Gobierno del domingo en el Bundestag que la situación es muy seria. La lucha interna es grande entre algunos miembros de los Verdes como Annalena Baerbock, la ministra de Exteriores, y Robert Habeck, ministro de economía. Está claro que, debido a esta nueva situación geopolítica, la lucha contra el cambio climático que debería haber sido la prioridad de este Gobierno según sus propios objetivos, se va a ralentizar. Sin embargo, el último informe científico de las Naciones Unidas es muy pesimista sobre las consecuencias del imparable calentamiento de la tierra. Durante tiempo serán empresas militares las que ganarán en bolsa y no las renovables. El precio de las acciones de Rheinmetall, ThyssenKrupp, Hensoldt y HC Starck está desde hace semanas en auge por el posicionamiento de la OTAN y sus países miembros respecto a Ucrania y Rusia. Después del discurso de Scholz las empresas de armamento han subido otra vez con fuerza este lunes.
Alemania siempre ha sido uno de los líderes mundiales en la producción y la exportación de armas aunque, según la constitución, el país no se puede involucrar fuera de las alianzas de defensa internacionales en guerras y ni puede poseer armas nucleares. Sin embargo, desde la reunificación alemana el país cuidaba su imagen en políticas de defensa y su armamento propio. Alemania intentaba ser la menos nacionalista en la UE y de esta manera, según muchos críticos, ha perdido fuerza respecto a poderes como el de Rusia. En el debate del pasado domingo parecía de repente que todas las vías estaban abiertas para no dar la sensación de debilidad al mundo que miraba cómo Alemania pensaba reaccionar en este conflicto bélico que cada vez se dirige más contra toda la UE. Así, el ministro de finanzas Christian Lindner dejo claro en su discurso que las empresas de defensa no pueden ser castigadas según la taxonomía europea: “tenemos que despertarnos de un mundo ideal, la realidad es otra.” Es algo que la extrema-derecha alemana, la AfD, exigía ya desde hacía mucho tiempo. Además, Lindner prometía que este nuevo gasto militar, que se vincula a una reserva especial protegida por a la constitución, no cambiará el objetivo alemán de reducir las deudas estatales llegando actualmente casi al 70% del PIB. Eso es poco comparado con el nivel de deuda en Francia y en España pero son 10 puntos de porcentaje más de los que permite el Tratado de Maastricht y Lindner es del partido de los Liberales.
También se pueden ya prever cambios importantes en la estratégica energética de Alemania debido al enfado del Gobierno alemán con Putin. Es un campo donde se van a exigir, también por parte de la UE, más inversiones públicas. Por el momento, el billonario proyecto Nord Stream 2 queda suspendido. Viendo la actual situación tardará bastante tiempo en que cambie la posición europea en este sentido. Alemania necesita rápidas alternativas para el próximo invierno. Scholz ha anunciado que quiere impulsar la construcción de dos terminales de GNL en Alemania. Gracias a estos nuevos planes los precios de las acciones de los dos grandes proveedores de energía RWE y Eon han ganado todavía más que los de las empresas de defensa. Se especuló, también sobre extender la vida útil de las centrales eléctricas de carbón para pasar a ser menos dependientes del gas de Putin. Para el ministro de economía Habeck esto será una concesión muy grande pero, quizás, sea necesario debido a la gravedad de la situación. De todos modos, para la industria pesada de Alemania esto serán buena noticias.
Rheinmetall y ThyssenKrupp no solamente son proveedores de material de defensa sino también son importantes estratégicamente a la hora de sustituir petróleo por hidrógeno verde. Lo que queda pendiente en todo este espectáculo bélico de los últimos días es, según muchos alemanes, saber qué pasará con la cabeza del excanciller Gerhard Schröder. La tele alemana ZDF exigía en su página web que el socialdemócrata renunciara de inmediato a sus cargos en los proveedores de gas y petróleo rusos. Sin embargo, mientras BP ha puesto su participación en Rosneft a disposición de los inversores y el FC Schalke ha renunciado ya de su sponsoring de Gazprom, Schröder, que también era el director general del Nord Stream 2, sigue sin pronunciarse sobre el engaño de su amigo Putin a su colega de partido Olaf Scholz.
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