Según la Cámara de Comercio de Hong Kong, las restricciones derivadas del COVID-0 han expulsado a una de cada diez grandes firmas. Y el 30% estudia seriamente irse para no volver. Entre las principales razones de este éxodo está el control fronterizo, que limita la movilidad del talento, si bien Hong Kong ha eliminado las cuarentenas para los visitantes.

En China continental, con apenas 200 casos sintomáticos estas últimas horas, las fronteras siguen prácticamente cerradas. Según la consultora Henley & Partners, trece mil grandes fortunas chinas podrían sacar su dinero del país este año, unos 65 mil millones de dólares. En esta semana festiva, los viajes se han reducido un 30%, mientras que la economía china creció un 2,5% durante el primer semestre del año, cuando el gobierno chino espera una tasa del 5,5% para 2022. Los beneficios del sector automovilístico chino, de enero a agosto, han retrocedido un 7,3%. Las inversiones dentro del sector inmobiliario se contrajeron un 7%. Y los beneficios industriales, también hasta agosto, se han reducido un 2,1%.

Los brotes verdes, no obstante, siguen observándose por cuenta del sector exterior. La inversión extranjera directa recibida por China sigue marcando máximos históricos, unos 140 mil millones de dólares hasta agosto, con un crecimiento del 16,4%. Corea del Sur, Japón o Alemania siguen apostando por China. Aunque la inversión está concentrándose en los sectores de alta tecnología (+33%). Las exportaciones de agosto, no obstante, apenas crecieron un 7% (cuando en julio lo habían hecho un 18%).

Las bolsas de China y Hong Kong, por último, llevan cedido casi un 20% en 2022. Y los inversores internacionales han retirado más fondos de Asia-Pacífico, solo estos meses, que durante todo el año de crisis financiera internacional en 2008.