Tal y como concuerdan casi todo tipo de expertos, la digitalización se ha acelerado con la pandemia, más allá de si en ciertos sectores vaya a mantenerse el nivel alcanzado. En otras palabras, ha sido como un pisotón fuerte pero breve al acelerador. El Banco de España corroboraba hace unas semanas esta dinámica en el […]
BancaDirigentes Digital
| 07 dic 2021
Tal y como concuerdan casi todo tipo de expertos, la digitalización se ha acelerado con la pandemia, más allá de si en ciertos sectores vaya a mantenerse el nivel alcanzado. En otras palabras, ha sido como un pisotón fuerte pero breve al acelerador.
El Banco de España corroboraba hace unas semanas esta dinámica en el sector financiero: la clientela digital se ha incrementado desde el primer trimestre de 2020. Asimismo, las alternativas para los servicios financieros se consolidan, ya sea desde las bigtech como desde los neobancos.
Accenture también confirma esta perspectiva en un informe realizado para el operador digital N26. Actualmente, 450 millones de personas son clientes de la banca digital, aproximadamente el 25% del total, si bien esta cifra podría triplicarse en los próximos años, hasta superar los 1.500 millones de usuarios de banca digital.
Esas personas, en torno a siete de cada diez clientes bancarios, se muestran favorables a pasar de sus bancos tradicionales a las nuevas opciones digitales. Entre los motivos, se encuentran la mejor y más ágil operativa pero, sobre todo, la adaptación a las necesidades de la oferta, más digital y exigente con las nuevas tecnologías.
Lo que se nombraba al comienzo de este artículo tiene especial relación con lo que ocurre en la banca. La digitalización es un fenómeno integral, es decir, el hecho de que una persona disponga de un teléfono móvil inteligente le convierte en un potencial cliente de banca digital.
Eso ocurre en un amplio número de países, donde hay un nivel de bancarización limitado y, sin embargo, el acceso a los smartphones es más amplio. Dicho de otro modo, no hay sucursales, pero cada cliente puede hacer todas las gestiones que necesita con su propio móvil.
En ese sentido, se pueden mencionar ejemplos como los de Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos o Brasil, donde la mitad de los clientes de banca tienen una cuenta abierta en un banco digital. Y el crecimiento en apenas dos años se mide en tasas de dos dígitos, algo que se extiende a otros mercados maduros como son Alemania (35%), Bélgica (30%), Italia (28%) o España (44%).
Es en esos países donde existen las mayores oportunidades, dado que a día de hoy los clientes de banca digital se concentran sobre todo en China. Esto es, de los 450 millones de clientes, 392 millones se encuentran en el gigante asiático.
En los mercados de Europa occidental ya existen grandes operadores que acaparan la demanda del sector. Por eso, las oportunidades hay que buscarlas en países donde exista un aliciente mayor. Brasil supone el segundo mercado más importante para este segmento de negocio, con más de 40 millones de clientes.
Según el estudio de Accenture, el crecimiento de la banca digital en Brasil supera el 73% entre 2018 y 2020. Además, la media de uso del teléfono móvil es superior a la del resto del mundo, lo que da lugar a una mayor tasa de adopción de los servicios bancarios a través de estos dispositivos.
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