El ejecutivo comunitario ha interpretado como una “sorpresa” que el crecimiento acelerara durante el primer trimestre del año. La explicación que da a esa expansión del 0,7% de la economía española desde enero hasta marzo tiene que ver con una contribución positiva de las exportaciones netas, puesto que las importaciones “se contrajeron ligeramente”.

A pesar de ese decrecimiento del consumo interno, la inversión en equipos y viviendas ha compensado esa debilidad, según la Comisión Europea. No obstante, Bruselas advierte que los indicadores hacen prever una desaceleración de la economía de nuestro país durante el segundo trimestre, que ralentizará el crecimiento al 0,6%, una décima menos que en el trimestre precedente, si bien la proyección es más alta de la que se hizo en primavera.

Teniendo en cuenta que esos datos han resultado más elevados de lo esperado, la Comisión Europea corrige al alza la previsión de crecimiento de España. Se espera que el PIB se expanda un 2,3% en 2019, dos puntos porcentuales más de lo que cuantificaba el pronóstico anterior.

Sin embargo, la Comisión calcula que el tercer y el cuatro trimestre se mantendrán con respecto a las anteriores previsiones. Esto es, en ambos periodos el crecimiento alcanzará el 0,5%. En lo que respecta a 2020, Bruselas mantiene sin cambios su previsión, en el 1,9%.

Los principales motores para España, según el ejecutivo comunitario, serán la demanda interna, en particular el consumo. Por su parte, las exportaciones se recuperarán a pesar de las tensiones comerciales globales, aunque crecerán menos de lo que se previó en primavera.

También se hace hincapié en el empleo, que debería “continuar expandiéndose con fuerza”, de modo que se reduzca la tasa de desempleo. Este factor, unido al aumento de los salarios proporcionará mayores ingresos disponibles para los hogares, y para la tasa de ahorro.

POR ENCIMA DE LA MEDIA EUROPEA

Si tomamos como referencia los datos de la Unión Europea, España mantiene se mantiene a la cabeza. El avance del PIB de la zona euro alcanzará el 1,2%, mientras que el de la Unión Europea se elevará hasta el 1,4%. En ese contexto, el comisario de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, afirma que “La economía europea sigue creciendo en un contexto mundial difícil”. No obstante, alerta sobre “los numerosos riesgos que pesan sobre las perspectivas”, de manera que recomienda “redoblar nuestros esfuerzos para reforzar en mayor medida la resiliencia”.