El sector privado está soportando como puede la crisis económica más importante del último siglo. Con la resistencia como defensa y las palancas públicas como apoyo, las empresas tratan de mantenerse en pie. Por eso, toda ayuda debe tener como destino estos negocios, tanto para su supervivencia como para que puedan innovar y ser sostenibles […]
NacionalDirigentes Digital
| 25 nov 2020
El sector privado está soportando como puede la crisis económica más importante del último siglo. Con la resistencia como defensa y las palancas públicas como apoyo, las empresas tratan de mantenerse en pie. Por eso, toda ayuda debe tener como destino estos negocios, tanto para su supervivencia como para que puedan innovar y ser sostenibles en el largo plazo.
La CEOE ha reiterado en diversas ocasiones que está a disposición del Gobierno para participar en el reparto de los 140.000 millones de euros que le tocan a España de los fondos europeos por la pandemia. Sin embargo, los cálculos que ha hecho la organización empresarial concluyen que, como máximo, el dinero que percibirán las empresas se quedará en la mitad, unos 70.000 millones de euros.
A su vez, el Banco de España vaticina que por cada euro público que se invierta se generan cuatro en el sector privado. No obstante, Íñigo Fernández de Mesa, vicepresidente de CEOE, explicó en un encuentro con la prensa que el porcentaje que recibirán las empresas será insuficiente para poder generar la riqueza que describe el Banco de España. En esa línea, defiende que la proporción debería acercarse, al menos, a los dos tercios, unos 90.000 millones de euros.
Fernández de Mesa se protegió de las críticas antes de que lleguen. “Creemos que tiene que haber inversión pública que va a ser vital”, dice el vicepresidente de CEOE, refiriéndose a la inversión en digitalización y formación que, a la larga, puede generar riqueza. Es decir, considera que la inversión pública es vital, pero eso no significa que las empresas tengan que renunciar a la posibilidad de recibir más.
Desde su punto de vista, la inversión debe ir a parar a aquellos sectores que generan crecimiento a largo plazo, y llama a no caer en el cortoplacismo. En particular, aboga que se apoye la reactivación de la industria, ya que su peso en España es “muy inferior” a la media europea (17% en España frente al 20% que recomienda la Comisión Europea). Según demuestran los datos, “las regiones con mayor peso de la industria tienen menores niveles de paro y empleo de más calidad”.
Asimismo, a una pregunta de DIRIGENTES sobre el desempleo, además de la industria, Fernández de Mesa menciona los defectos del mercado laboral. Aun así, rechaza “dar marcha atrás sobre la legislación actual”, en referencia a los planes del Gobierno para crear una nueva reforma laboral.
En cuanto a la forma de repartir el presupuesto, desde la CEOE creen que “las desgravaciones fiscales son más eficientes y transparentes” que las subvenciones directas. El motivo es que “se dirigen a aquellas empresas que no son zombis”, o sea, a las que sí son rentables y sostenibles, dado que el criterio que el proceso para aprovecharse de estas desgravaciones demuestra que tienen beneficios y pueden pagar. De todas maneras, Fernández de Mesa identifica dos objetivos que tienen que cumplir los fondos: preservar el tejido productivo y modernizar sectores para crear empleo a largo plazo.