Arrasar con todos los productos existentes en las cadenas de supermercados, con las consiguientes aglomeraciones que se formaban, es uno de los tantos comportamientos perniciosos en este momento que han llevado a cabo los ciudadanos, pese a la recomendación expresa del Gobierno de permanecer en casa. Dicha multitud se ha trasladado al entorno virtual, provocado […]
NacionalDirigentes Digital
| 16 mar 2020
Arrasar con todos los productos existentes en las cadenas de supermercados, con las consiguientes aglomeraciones que se formaban, es uno de los tantos comportamientos perniciosos en este momento que han llevado a cabo los ciudadanos, pese a la recomendación expresa del Gobierno de permanecer en casa. Dicha multitud se ha trasladado al entorno virtual, provocado que empresas como Mercadona suspendiesen temporalmente su servicio de reparto online en la capital española para asegurar el abastecimiento de la población.
De la noche a la mañana, la vida de los ciudadanos ha dado un vuelco de 360 grados, transformando su rutina diaria, así como su forma de comprar. Teniendo en cuenta el cierre de todos los comercios que no dispensen productos de primera necesidad, como una de las medidas decretadas por el Ejecutivo, las compras por Internet se han convertido para muchos en la alternativa.
La histeria por hacer acopio de mascarillas y geles desinfectantes traspasó el espacio físico, alcanzando el online. Desde el comparador de precios online Idealo, señalan que en los últimos días el precio de las mascarillas aumentó hasta un 700% debido al brote, mientras que, por su parte, las lociones hidroalcolólicas han mantenido un coste más estable. A modo de ejemplo, una mascarilla médica de la marca 3M, que costaba 11,28€, alcanzaba ahora los 89,95€.
Es por ello que esta demanda desmedida ha hecho proliferar en Internet tiendas falsas que venden estos productos médicos. Para evitar estafas durante la compra online, desde el comparador de precios lanzan varios consejos: cerciorarse de que la página es segura y cuenta con el símbolo de un candado cerrado, lo que indica que la navegación es segura y los datos personales no son públicos. Buscar opiniones de otros usuarios para conocer la experiencia que tuvieron comprando en ese comercio online o confirmar que el precio tiene IVA incluido para saber cuál es el coste real final de la compra. Otra de las recomendaciones es fiarse exclusivamente de aquellos e-commerce que ofrezcan varias formas de pago, así como doble autenticación y finalmente comprobar las condiciones legales o el cumplimiento de la normativa vigente de devoluciones.
Para garantizar el abastecimiento, hay determinados sectores que no pueden trasladar su actividad laboral a sus hogares y teletrabajar, como pueden ser las empresas de reparto de comida a domicilio, las cuales extreman las medidas para evitar el contagio, entre otras. En este escenario, las críticas hacia estas compañías que sacan tajada en plena crisis sanitaria incendian las redes sociales, donde todas las preguntas giran en torno a qué ocurre con los repartidores que tienen que estar expuestos para llevar los alimentos.
La comida no ha sido lo único en lo que los ciudadanos han pensado, otra serie de artículos como ordenadores (en muchos casos debido al teletrabajo), electrodomésticos o juegos de mesa con los que entretener a los niños han visto incrementada su demanda en los últimos días. En lo que respecta al textil, hay empresas que quieren compensar el posible descenso de las ventas tras el cierre de las físicas. Tal es el caso de Mango que ha lanzado una promoción de hasta el 50% de descuento en una selección de prendas.
En este sentido, en las redes se está produciendo un intenso movimiento de concienciación para que se deje de realizar pedidos online y únicamente se recurra a este canal para casos de necesidad, como puede ser el de adquirir alimentos.
Relacionado con esto, muchos se preguntan por qué razones el comercio online no “echa el cierre” igual que el resto de establecimientos, ya que no todos ellos proveen a la ciudadanía de artículos de primera necesidad.
Desde la plataforma Change.org, empleados del operador de servicio postal y paquetería Correos han lanzado una campaña para que se aplique el protocolo de seguridad ante el coronavirus en la compañía. Dado el ingente volumen de paquetería y productos postales que circulan por todo el país, la incertidumbre se ha instalado entre sus trabajadores, los cuales tienen que continuar con su actividad.
No hay que olvidar que el circuito portal que deben seguir incluyen domicilios, hospitales o administraciones y están expuestos al COVID-19 sin medidas preventivas. En la petición, que supera las 31.000 firmas, manifiestan lo siguiente: “Los trabajadores y trabajadoras de Correos exigen el cierre temporal de la empresa o esta misma deberá adoptar medidas de prevención así como facilitar los Equipos de Prevención Individual (EPIs) siguiendo las pautas y recomendaciones formuladas por las autoridades sanitarias”.
Una de las trabajadoras de Correos ha relatado a DIRIGENTES que “están llegando ahora paquetes de Aliexpress de hace 15 días o un mes, pero ahora estamos llevando las cosas que son más urgentes (buro fax, paquetes o algún certificado)”. Los paquetes son entregados a las personas con la distancia de seguridad y con los respectivos protocolos de prevención establecidos. Respecto a la petición de Change.org, expresa que “en caso de no cerrarse Correos, pedimos las medidas de seguridad que necesitamos. Ayer nos han dado guantes, pero por ejemplo, no tenemos mascarillas”.
Por su parte, Seur ha lanzado un comunicado hoy para indicar que continuará operando durante el estado de alarma por coronavirus, garantizando así el abastecimiento y la distribución de productos básicos. “Por ello, la compañía ha tomado una serie de medidas que impactarán en sus operaciones para hacer frente a las circunstancias actuales y garantizar, en la medida de lo posible, su actividad”. No especifican qué productos transportarán, pero aseguran que seguirán manteniendo el transporte de productos básicos.
Por el momento, habrá que esperar para ver las medidas que se adoptan en relación a los profesionales que se enfrentan al exterior cada mañana.