La compañía estatal de mensajería está sufriendo tiempos difíciles a causa del coronavirus, en estos momentos ya cuenta con 462 infectados por COVID-19 y con otros 2.067 trabajadores en cuarentena, además de la muerte de una empleada de 51 años debido a este virus. Por todo ello, desde la empresa piden al Gobierno la declaración de una convocatoria real de servicios mínimos para garantizar la seguridad de los empleados, pero también del resto de personas.

Desde CSIF, el sindicato que representa a estos empleados, se han mostrado muy molestos con la gestión del Gobierno por la falta de material de protección. “El Gobierno se niega a cerrar Correos. Ahora, promete 2 millones de mascarillas (sin dar la fecha de cuando llegarán)”, cuenta desde el organismo. Lo cierto es que, aunque la compañía compró 6,4 millones de unidades de guantes, 6,8 millones de geles y 800.000 mascarillas, muchos trabajadores trabajan sin esta protección.

En una carta abierta del sindicato al Gobierno de España denuncia la grave situación: “Señores del Gobierno: no vivimos de promesas. Los geles y guantes llegaron a duras penas. Las mascarillas llegan a cuentagotas. Nuestro riesgo es el mismo que el del resto de la ciudadanía con la diferencia de que nosotros no podemos quedarnos en casa”, denuncian. Pero no solo eso, también advierten de la falta de claridad por parte del Ejecutivo liderado por Pedro Sánchez, ya que aseguran que “cada 5 días cambian el protocolo de actuación y los empleados ya no saben cómo actuar”, advierten.

Por si esto fuera poco, en el último informe elaborado por CSIF se denuncia la tardanza del Gobierno a la hora de cumplir sus promesas. Desde el Ejecutivo se les prometió la llegada de test rápidos para hacérselos llegar a los empleados y conocer quién está contagiado, pero esos test no han llegado. “Correos dice que no tiene ninguna noticia al respecto acerca de los 2 millones de mascarillas prometidas por el Ministerio de Fomento y aprobadas por Real Decreto”, señalan.

¿Qué ha pasado en Francia y en Italia?

En el país galo, el Gobierno de Emmanuel Macron decidió suspender temporalmente la actividad de Le Poste, la empresa estatal de correo francesa. De hecho, las 1.600 oficinas de la compañía permanecen cerradas desde el pasado sábado y los trabajadores no realizan el envío de mensajería y paquetería. Mientras que en Poste Italiane no se ha parado la actividad ya que consideran que son un servicio básico. Eso sí , la entrega de paquetería y de mensajería se hace sin contacto con el cliente y se informa de la entrega mediante un mensaje al teléfono móvil.

A pesar de eso, la situación de los empleados italianos también es complicada: "Dos trabajadores postales ya han perdido la vida debido al contagio del Covid-19. Ambos habían trabajado hasta hace unos días, uno en un centro de entrega y el otro en una oficina de correos en dos municipios de la provincia de Bérgamo. ¡Ya es suficiente, es hora de cerrar las oficinas de correos!”, explicó en un comunicado el SLC CGIL, Sindicato de los Trabajadores de la Comunicación.