La digitalización ha alcanzado a todo el tejido empresarial. Es un hecho. Sin embargo, nadie esperaba que, lo que ya adelantaron expertos en el sector hace casi diez años, se fuera a cumplir al pie de la letra: quien no esté dentro de este proceso, no existe. Los negocios que se animaban a dar el […]
NacionalDirigentes Digital
| 24 ene 2022
La digitalización ha alcanzado a todo el tejido empresarial. Es un hecho. Sin embargo, nadie esperaba que, lo que ya adelantaron expertos en el sector hace casi diez años, se fuera a cumplir al pie de la letra: quien no esté dentro de este proceso, no existe.
Los negocios que se animaban a dar el paso de crear una página web de su actividad, creando una cuenta en una de las redes sociales de moda o entrando en el comercio on line, buscaban en cierta manera, entrar a formar parte, en cierto modo, del mercado con los más grandes. Sí que estas pymes paulatinamente iban perteneciendo a una enorme red empresas en la que, de otro modo, hubiera sido imposible tan solo entrar en él, y sin embargo, estaban muy lejos de poder competir con los gigantes.
La rápida evolución tecnológica, no obstante, ha permitido la entrada a un nuevo sector que, en continuo crecimiento con últimas tendencias en redes sociales, ha conseguido impulsar el crecimiento de pequeñas empresas. Las nuevas generaciones ha encontrado el filón definitivo para alcanzar a todo tipo de público, no solo a su target, por lo que a través de herramientas que antes ni se planteaban, están pudiendo llegar a un público masivo.
Recientes datos de la consultoría Accenture prevé que en tan solo cuatro años, las pymes experimentarán un crecimiento tres veces superior que en su versión tradicional gracias a su presencia en las redes sociales. Es en este punto donde nace el nuevo concepto que expertos del sector han denominado comercio social.
Se estima que para el año 2025, pequeñas y medianas empresas obtengan casi el 17% de sus ventas a través del e-commerce, por lo que no solo se estaría hablando de una revolución en el tejido empresarial, sino que cualquier minorista podría estar compitiendo con multinacionales de gran tamaño.
Gracias al comercio social, un minorista puede situarse al mismo nivel que cualquier marca. Incluso una persona puede competir directamente con cualquier negocio, llegando a crear su marca, gracias a las redes sociales y sin la necesidad de tener que contar con el respaldo de una empresa.
Este punto de inflexión en el que se encuentran las pymes supone un antes y un después en el tejido empresarial, puesto que pone en juego a cualquier marca, grande o pequeña, brindando la oportunidad de hacerla llegar masivamente a cualquier parte del mundo o perfil. Un canal de venta semejante, hace tan solo un par de años, era inalcanzable para un pequeño negocio.
Las microempresas españolas se posicionan a la cabeza de la Unión Europea en cuanto al uso de redes sociales. Según un último estudio, las pymes de de nuestro país se posicionan por encima de Italia y Alemania, asegurando que 7 de cada 10 empresas cuentan con web propia además de estar muy presente en RRSS.
De nuevo, un concepto joven con intención de quedarse aparece en lo referente a la digitalización de nuestras pymes: Asentados Digitales. En España se estima que el 26% de las empresas entran dentro de esta sociedad en el que su principal característica reside en su nivel de digitalización medio. No solo eso, sino que además estas, suelen contar con técnicos, seguridad frente a ciberataques y colaboradores; y sin embargo, no acaparan las suficientes ventas digitales como para considerarse dentro de este proceso de digitalización. Ello no quiere decir que no estén convencidos de los altos beneficios que supone digitalizarse, solo que no se cuentan con la infraestructura necesaria para competir con marcas muy superiores.
Un fuerte impulso a esta tendencia lo supuso la pandemia. Esta dejó en evidencia que todo aquel negocio que no estuviera digitalizado ni contara con las herramientas necesarias para ello, no podría equipararse a otras marcas, y por ende, dejar de existir. Que España se encuentre dentro de este importante proceso evolutivo, tan solo pone de manifiesto el significativo papel que juegan en la actualidad pymes y autónomos.
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