Con el sector turístico en mínimos, el segmento de viviendas que opera en este mercado se ha visto forzado a buscar una alternativa ante la asfixia provocada por una demanda casi inexistente. El confinamiento domiciliario de primavera y las consecutivas restricciones a la movilidad impuestas en España les han abocado a probar suerte en el […]
NacionalDirigentes Digital
| 04 ene 2021
Con el sector turístico en mínimos, el segmento de viviendas que opera en este mercado se ha visto forzado a buscar una alternativa ante la asfixia provocada por una demanda casi inexistente. El confinamiento domiciliario de primavera y las consecutivas restricciones a la movilidad impuestas en España les han abocado a probar suerte en el alquiler tradicional, según el portal inmobiliario donpiso, que comenzó a detectar esta tendencia el pasado mes de mayo. “A medida que ha avanzado el tiempo sin soluciones a la vista, muchos propietarios han engrosado la oferta de alquiler convencional”, comenta a DIRIGENTES el subdirector general de la firma, Emiliano Bermúdez.
En este contexto, el experto menciona, por un lado, el aumento de la oferta que ha contribuido a mantener sin grandes variaciones de precios el mercado de arrendamientos, con ligeras oscilaciones de entre el 1y el 2% “dependiendo de las localizaciones” y, por otro, el incremento de la demanda fruto del panorama económico generado a raíz de la pandemia. “Ante la incertidumbre, muchos compradores han derivado también al alquiler”, subraya.
Con todo ello, Bermúdez alerta de que, si bien este cambio ha sido “positivo” para el mercado tradicional, al ampliar la oferta de inmuebles y, por tanto, incidir a la baja sobre los precios, esta situación contribuye a “agravar más la crisis del segmento de los pisos turísticos”, con subidas generalizadas en este nicho de mercado una vez que se recupere el tráfico habitual de viajeros.
Un estudio publicado recientemente por el Instituto Nacional de Estadística (INE) contabiliza en España un total de 321.000 viviendas turísticas, el 1,3% del parque existente. De estas, Andalucía, Cataluña y Comunidad Valenciana concentran el grueso, con casi tres cuartas partes del total, lo que supone que el 76,8% se ubican en zonas costeras. De ahí que en estas regiones el trasvase haya sido mayor. “Además de no alquilarse a extranjeros hay que añadir las complicaciones que está sufriendo y las va a seguir teniendo si las cosas no cambian”, apostilla Bermúdez.
Los datos proceden de un análisis experimental llevado a cabo el pasado mes de agosto, momento en el que el número de plazas ofertadas ascendía a 1,6 millones, con una media de 5,1 por inmueble, según el organismo estadístico. Por tanto, la cifra puede estar distorsionada por las circunstancias excepcionales. Desde donpiso estiman que alrededor de un 25% de las viviendas para uso turístico han migrado desde mediados de 2020 hacia el arrendamiento clásico, el de temporada en su mayoría, aunque también hay una minoría que han apostado por el largo plazo.
En todo caso, este viraje podría cambiar de nuevo en los próximos meses si el avance de la campaña de vacunación de COVID-19 logra los resultados esperados. La fórmula de recibir menos ingresos a costa de una mayor seguridad no termina de convencer a los tenedores de propiedades de uso por días y todo apunta a que volverán a las andadas cuando la industria de los viajes vislumbre la mínima pista de vuelta a la normalidad.