Las empresas dedicadas a la refrigeración son unas de las protagonistas en esta crisis del coronavirus. Se trata de un sector clave para sostener la cadena de valor de las actividades esenciales aprobadas en el Real Decreto 10/2020. De hecho, a las empresas de refrigeración también se les ha otorgado esta consideración, al ser necesarias […]
NacionalDirigentes Digital
| 03 abr 2020
Las empresas dedicadas a la refrigeración son unas de las protagonistas en esta crisis del coronavirus. Se trata de un sector clave para sostener la cadena de valor de las actividades esenciales aprobadas en el Real Decreto 10/2020. De hecho, a las empresas de refrigeración también se les ha otorgado esta consideración, al ser necesarias para el funcionamiento de otros servicios básicos.
El gerente de la Asociación de Empresas del Frío y sus Tecnologías (AEFYT), Manuel Lamúa, manifiesta a DIRIGENTES que están satisfechos de que el Gobierno haya incluido a la refrigeración entre los servicios esenciales, tal y como habían solicitado. Pero indica que, para continuar apoyando a cubrir las necesidades de los servicios críticos “es necesario que se garantice la cadena de suministro“. Alega que, por el momento, no registran problemas en este sentido, pero insiste en que es “fundamental que los suministros lleguen con regularidad”.
En plena crisis, las tres parcelas críticas en las que el proceso de refrigeración es fundamental es en alimentación, medicina e informática. En estas dos primeras, “la refrigeración garantiza la cadena del frío que hace que los alimentos y muchas medicinas lleguen a los consumidores y pacientes en condiciones óptimas de seguridad”, comenta Lamúa. Añade que “es imprescindible en términos de salud pública“.
En este sentido, el frío es parte de procesos productivos de multitud de productos relacionados y, por otro lado, para fabricar y conservar, por ejemplo, ciertas vacunas. Respecto al tercer área, las telecomunicaciones, “los servidores de las operadoras y los satélites necesitan de la refrigeración para no recalentarse durante su funcionamiento y no colapsar”, comenta el gerente de AEFYT. Algo importante en tiempos de teletrabajo, en los que tener conexión a Internet es fundamental para desarrollar sus funciones laborales.
El sector del frío en España presenta una facturación superior a los 5.000 millones de euros y emplea a 22.000 personas. Detrás de estas cifras hay más de 5.000 empresas instaladoras certificadas y más de 200 compañías fabricantes, consultoras y comercializadoras de suministros y equipos frigoríficos.
Teniendo en cuenta la magnitud de esta actividad económica, cabe preguntarse cómo están encarando el coronavirus estas empresas. El gerente de la AEFYT relata que en los puestos en los que es posible el teletrabajo se han cubierto de esta manera, pero hay “cientos de fábricas y talleres en los que el trabajo debe ser presencial, especialmente, el sector de los instaladores y mantenedores de instalaciones frigoríficas cumplen su trabajo en el exterior”.
Muchas empresas del frío se han visto afectadas por la paralización de sectores no esenciales como la hostelería, lo que podría desencadenar en graves problemas de prolongarse mucho en el tiempo esta situación. Desde la Asociación de Empresas del Frío y sus Tecnologías, “pedimos, en línea con organizaciones empresariales como la CEOE y Cepyme, que se pongan sobre la mesa todas las medidas económicas y legislativas que sean precisas para que no se pierdan empleos y que la actividad pueda retomarse con normalidad cuando superemos las medidas de confinamiento”.
Teniendo en cuenta que muchas de las empresas que agrupa este sector son pymes y la consiguiente fuerza empleadora que representan, el gerente de AEFYT insiste en que “se trata de una industria lo suficientemente importante para que se le tenga en cuenta dentro de las mediadas económicas de recuperación que se planteen en el futuro”.