Para Enrique Roca, el biogás representa una alternativa que se debe “potenciar” y “facilitar”. Y, para ello, propone un cambio de mentalidad que deje a un lado “la cultura de ir a lo barato y pensar en otras soluciones tecnológicamente viables” que permiten una independencia de los combustibles fósiles. En una entrevista con DIRIGENTES, el […]
NacionalDirigentes Digital
| 18 oct 2022
Para Enrique Roca, el biogás representa una alternativa que se debe “potenciar” y “facilitar”. Y, para ello, propone un cambio de mentalidad que deje a un lado “la cultura de ir a lo barato y pensar en otras soluciones tecnológicamente viables” que permiten una independencia de los combustibles fósiles. En una entrevista con DIRIGENTES, el director Técnico del Área de Sostenibilidad de Euro-Funding da las claves de este gas combustible y analiza el camino que aún debe recorrer.
No considero que sea la “mejor” alternativa, pero sí una de las tantas que conviene potenciar y facilitar. Hay que cambiar la cultura de ir a lo barato y pensar en otras soluciones tecnológicamente viables para los hogares, industrias y servicios, las cuales nos permitan independizarnos progresivamente de los combustibles fósiles. La estrategia debería ir encaminada a electrificar las instalaciones. En este sentido, las plantas biogás constituirían una excelente alternativa, ya que permiten aprovechar los residuos industriales, urbanos o lodos de depuradora, entre otros, para generar un gas combustible -el biogás-. Este biogás puede utilizarse como combustible para el transporte, generar electricidad o usos térmicos.
Otra opción sería la biomasa para valorizar los residuos de las industrias, la cual reduciría los costes asociados a su gestión, así como la demanda de otras fuentes energéticas como el gas natural. Esta sería sin duda una excelente alternativa. No es así el caso de la biomasa tipo pellet, ya que en este caso vuelves a tener una dependencia exterior y debes estar abasteciéndote de combustible diariamente. Por lo tanto, biomasa sí, pero con peros.
A las alturas que estamos del partido, aún existen muchísimas instalaciones que consumen gasoil. ¿Cómo puede ser? La respuesta de la administración ha sido conceder ayudas para pasar a gas natural. ¿Por qué? Tenemos tecnologías eléctricas para casi todo y con mejores rendimientos. ¡Potenciemos esto! Además, el problema de las ayudas es que, igual que se ofrecen, se ponen mil trabas que echan atrás a los interesados y nos quedamos en el mismo sitio, llegando a un porcentaje muy bajo de la sociedad.
Las calderas para ACS y calefacción tienen un rendimiento de entre un 85% y un 105% con el aprovechamiento de la condensación de los humos, pero las bombas de calor tienen rendimientos por encima del 400%. No digo más. ¿Qué aún se permite vender termos eléctricos con efecto Joule? ¿Por qué se siguen vendiendo calderas de gas o gasoil? Toda instalación consumidora de energía no conectada a la red eléctrica debería estar obligada e incentivada de verdad para ser autosuficiente con 0 emisiones. Y así podemos continuar… Por lo tanto, ¿es el biogás la mejor alternativa? No, pero una de ellas. Pero como siempre, vamos tarde.
Al igual que la biomasa, el biogás es fundamental para valorizar residuos y contribuir a la economía circular. Se obtiene por digestión anaerobia de residuos de origen orgánico. Dicho llanamente, se descompone una materia orgánica de distintos orígenes, acelerando esa descomposición mediante calor -en torno a los 35 o 55 grados centígrados, según el caso-, transformando esa materia orgánica en biogás y un material residual, denominado digestato, que se puede tratar para uso agrícola, cerrando así el ciclo de vida. Residuo 0.
Respecto al gas natural, todo. Mediante un proceso de limpieza, se obtiene biometano, que actualmente ya se está inyectando en las líneas de gas natural por su compatibilidad. Respecto a la eficiencia general de los recursos, todo. Dejamos de extraer un recurso fósil y nos ponemos a trabajar en valorizar residuos que nuestra actividad cotidiana genera, dejando en el balance residuo 0.
Creo que debemos hacer un cambio de cultura y no solo pensar con el bolsillo. Lo malo es que las grandes decisiones se toman por presión de los que ponen el dinero, así que hay que buscar un equilibrio. No puede ser que aún existan centrales térmicas de carbón o que sigamos usando centrales nucleares y, por supuesto, las centrales térmicas de ciclo combinado que usan gas natural deberían estar paradas ahora mismo. Es necesaria una apuesta clara por parte del gobierno, del color que sea, y que se impulse un plan de inversión con el objetivo de eliminar estas fuentes de energías tradicionales para generar electricidad. Hay alternativas a los que dicen que por la noche no se puede generar energía fotovoltaica, por supuesto (hidráulica, eólica, biomasa, biogás).
Creo que eso está aún por ver, pero se están planteando muchas instalaciones de biogás por lo que los números deben ser positivos. Además, si lo comparamos con lo que nos puedan cobrar por traer gas natural de la otra parte del mundo, creo que los números van a ser muy positivos. Otra cosa es cómo la administración regula dichos precios, como pasa con la fotovoltaica o la eólica, cuánto cuesta generar un kWh y a qué precio lo paga el consumidor. Una instalación fotovoltaica se amortiza entre cuatro y siete años en números muy gordos.
Las instalaciones de producción de biogás llevan años desarrolladas, pero si es más barato gestionar un residuo que valorizarlo, ¿qué va a hacer una empresa? Falta un grupo de expertos a los que sí se les haga caso, que analicen toda la escala de valor de la energía y un buen economista detrás. Y basta ya de políticas para ganar votos, a veces nos hace falta un poco de realidad por el bien que nos depara mañana.
Quizá hay que ser un poco más bruto a la hora de poner impuesto a los residuos, vertidos, combustible -gasoil y gas natural- y no bajarlos como están haciendo precisamente ahora. ¿Bajar el IVA del gas natural al 5%? ¿Aplicar un descuento de 20-30 ctos/litro en el combustible? Si no se le toca el bolsillo a la gente/empresas, no acometen acciones correctoras.
Las mencionadas anteriormente. Pero cubrir la gran dependencia que tenemos del gas ahora mismo no se hace en dos días, así que la alternativa a corto plazo es traerla de otro sitio, pagándolo y, por supuesto, endeudándonos más. Suma y sigue.